La médica patóloga pediátrica Marta Cohen, quien nació en Trenque Lauquen y vive en la ciudad inglesa de Sheffield, analizó el comportamiento de la pandemia a ambos lados del Atlántico, poniendo el foco en la conciencia individual, la campaña de vacunación y el compromiso con la información.
“Estamos mejor que en la última pandemia, que fue la de la gripe española, porque ahora tenemos vacunas, métodos de diagnóstico y terapias intensivas”, dijo la profesional, quien dejó el país hace 18 años.
En esa comparación, remarcó que la crisis sanitaria de 1918 ocurrió en tiempos de guerra y causó 50 millones de muertes en el mundo. “Soy una persona optimista y trato de ver lo que hay en el vaso: tengo un hijo que nació en Sudáfrica con un síndrome muy grave y su expectativa de vida era de 8 años, pero hoy tiene 30 y una buena calidad de vida. Hay que enfrentar las situaciones y ponerle el pecho porque algunas cosas parecen peores de lo que realmente son cuando uno las transita”, subrayó.
Cohen destacó que las condiciones sanitarias en Inglaterra mejoraron tras haberla pasado “muy mal en enero y febrero, con 1.820 muertos y 68 mil infectados diarios, las camas de terapia intensiva saturadas en toda la zona de Londres y más de 40 mil pacientes diarios internados en los hospitales del Reino Unido”.
Ahora, en cambio, dice que registran entre 2.500 y 3.000 casos diarios y entre 7 y 22 muertes por día. Por eso, pasaron de una cuarentena estricta de tres meses, en la que solo se podía salir por alguna tarea esencial, a una apertura de negocios que se concretó a mediados de abril.
El año pasado, el Reino Unido tuvo su primera cuarentena estricta entre el 21 de marzo y todo mayo, volviendo a cierta normalidad en junio. “Sólo se salía para hacer compras, los adultos trabajaban desde la casa y los chicos tuvieron unos meses de clases online; pero acá nadie te controla, la gente es respetuosa”.
De todas maneras, reconoció que son diferentes las realidades económicas y eso puede dificultar el acatamiento.
“Acá el Gobierno pagó el 80% del sueldo a quienes no podían ir a trabajar, pero en Argentina la realidad es otra y hay mucho trabajo irregular, por lo que es muy difícil decirle a una persona que vive de changas ‘quedate en casa’’’, admitió la profesional, y entonces propuso que “al no haber suficientes vacunas ni la posibilidad de una cuarentena estricta, que todos los que puedan permanezcan en su casa”.
Es lo que en sus redes sociales catalogó como “responsabilidad individual con aceptación social”. A su vez, recomendó aumentar los test rápidos de diagnóstico porque “el 80 % es asintomático y es importante que la gente sepa si está infectada para poder aislarse”.
Respecto de la segunda ola de contagios dijo que “es más prolongada y se da en una edad más joven, con gente de 40 años en terapia intensiva”.
“Hay más afectaciones de mujeres sanas embarazadas y muchas pierden su embarazo en el segundo o tercer trimestre. El virus es entre un 50 y un 70% más contagioso y la mortalidad también es más alta: con la variante anterior era 2.5 por mil y ahora es 4.1 por mil”, añadió.
En medio de una tercera ola de contagios en Europa, Cohen señaló que esperan una nuevo rebrote para agosto/septiembre y estimó que la calma llegará a mediados del próximo año. De todas formas, consideró que el impacto del coronavirus será menor porque “superamos los dos tercios de la población vacunada, o sea, teóricamente tenemos la inmunidad de rebaño, siendo el primer país europeo en conseguirlo”.
Vacunación y comunicación
Cohen aseguró que en Inglaterra se aplican principalmente vacunas de Oxford y también se utilizan la Pfizer y la Moderna, con una “buena recepción” por parte de la población.
“La información científica de parte del gobierno ha sido muy abarcativa; no vi que haya anticiencia en los medios de comunicación, por el contrario, hubo un informe directo de las fuentes científicas a la población y newsletters con detalles a cada una de las comunas”, remarcó.
La patóloga indicó que la buena comunicación es otro aspecto fundamental en este contexto. “Al principio las cosas se hicieron muy mal, pero en el 2021 la política empezó a escuchar a la ciencia de la salud”, celebró.
También destacó que en el principal país de las islas británicas hay pocas voces antivacunas y un especial cuidado en el plan de vacunación. “Por el tema de las complicaciones de trombosis de Oxford/AstraZeneca, que es un riesgo muy bajo de uno en un millón de vacunados, se decidió no aplicarla a los menores de 30 años”.
Consideró, además, que “hay una gran política por detrás de las vacunas” por la ganancia que generan, por lo que hay que ser criteriosos en el manejo de la información. “La vacuna Oxford/AstraZeneca es la única con precio-costo, que es 4 dólares, y es a la que le pusieron muchísimas presiones en el continente europeo”.
Acerca de las vacunas admitió que “hasta el momento cualquiera es eficaz para proteger de la muerte y de la enfermedad grave, que es lo que importa para evitar la saturación de las terapias intensivas. Ahora bien, ninguna da un 100 % de protección del contagio y de la enfermedad leve”.
Respecto de la vacuna Sinopharm, que es una de las que se aplica en Argentina, la profesional advirtió que –según la experiencia registrada en Emiratos Árabes– se necesitan dos e incluso tres aplicaciones.
“En ese país aplicaron la segunda a las tres semanas de la primera y a los tres meses notaron que la inmunidad bajaba, a tal punto que tienen que dar una tercera dosis. Por eso, mi alerta es que consideren la segunda a los 21 días y probablemente una tercera después de los tres meses”, resaltó.
Aclaró que tanto Sinopharm como Sinovac son vacunas inactivadas que tienen “una eficiencia buena pero corta, por lo que si en Argentina se da una dosis y la segunda se coloca a los tres meses, probablemente nos vamos a encontrar con una gran población que está vacunada pero que no tiene la inmunidad suficiente”.
Una brillante trayectoria
Marta Cohen dejó Trenque Lauquen en 1979 para estudiar Medicina en la Universidad Nacional de La Plata y llevar a cabo la residencia de Patología en el Hospital de Clínicas de Buenos Aires.
Luego realizó una residencia de Patología Pediátrica en el Hospital de Niños Gutiérrez y emigró a Ciudad del Cabo (Sudáfrica), donde le ofrecieron un fellowship, es decir, un período de formación destinado a médicos que han hecho un internado o residencia. Cuando regresó a la Argentina trabajó en una biblioteca médica en Buenos Aires y estuvo 10 años en el Hospital de Niños de La Plata.
Tiene una diplomatura en Educación Médica (Universidad de La Plata) y un doctorado en Muerte Súbita (Universidad de Buenos Aires).
Desde 2003 vive en Inglaterra, donde hizo una residencia en Patología Forense. Es también profesora en la universidad de Sheffield y en 2015 empezó a dirigir un fellowship en Patología Pediátrica para la Sociedad Europea de Patología.
El año pasado fue distinguida con el título de oficial de la Orden del Imperio Británico (OBE, por su sigla en inglés), uno de los galardones más prestigiosos del Reino Unido, por su trabajo sobre la muerte súbita del lactante.
Su usuario de Instagram es @drmartacohen.