Con casi dos décadas de antigüedad en la Cooperativa Obrera, Luciano Carbonella asegura que la entidad le abrió las puertas a su lugar en el mundo: la cocina.
"Ingresé a La Coope en 2001 para trabajar en la sucursal del Shopping y gracias a eso pude costear los gastos de la carrera de chef internacional y analista en servicios gastronómicos. Además, la entidad me brindó muchas facilidades para poder estudiar y cuando me recibí dispuse de todas las herramientas necesarias para poder abordar lo que más me gusta", destaca.
Hoy, a los 42 años, casado con Marina y padre de dos hijos, es el encargado de la cocina del Hipermercado Aguado.
"Estuve un tiempo como auxiliar y al cabo de unos tres años quedé como responsable del sector de cocina de la sucursal 28. Al principio costó un poco acostumbrarme a cocinar grandes cantidades, pero después lo asumí con tanta naturalidad que ahora muchas veces me reprochan en casa porque me excedo en la cantidad de comida que preparo para la familia", sostiene, mientras esboza una sonrisa que se adivina detrás del barbijo y la máscara protectora que lleva puestos.
"¿Cuál es el secreto para que las cosas salgan bien? No hay muchos misterios. Respetar a rajatabla lo que indique la receta y después determinar su rendimiento, teniendo en cuenta la cantidad de porciones que se obtendrá", admite.
Para la elaboración de los distintos menús que se exhiben en las sucursales bahienses, Luciano trabaja mancomunadamente con Daniela Ardiles, su par en el Hipermercado del Shopping y Adriana Arce, la de más experiencia y quien está a cargo de la cocina del supermercado ubicado en Belgrano 45.
"Una vez que coincidimos con la idea, cada uno aporta lo suyo y modificamos lo que haga falta en la receta para realizarla de la mejor manera. Con la pandemia este año no pudimos vernos tanto, pero igualmente nos mantenemos en contacto vía Whatsapp para estar todos en la misma sintonía!", resalta.
Por otra parte, también son asesorados por una profesional nutricionista para que las opciones culinarias sean cada vez más saludables y a la vez aprovechar los buenos productos que en tal sentido La Coope pone a disposición de los asociados.
"Nuestros platos responden a los requerimientos de la gente y son idénticos en todas las sucursales de Bahía Blanca y Punta Alta. La cocina de la sucursal 5 es la que más movimiento tiene, obviamente por la estratégica ubicación céntrica del supermercado", acota.
De todas maneras, en materia de gustos, las elecciones varían significativamente. "Parece mentira, pero hay platos que en nuestra sucursal tienen mucha salida y en otras no, y viceversa", afirma.
También hay menús tradicionales para determinadas épocas del año, que el paladar de la gente acepta de buen grado. "El locro para las fechas patrias, por ejemplo, es un clásico. Una vez llegamos a cocinar mil kilos para un 25 de mayo. Los pasteles también tienen mucha aceptación en esos festejos, así como el matambre, el pollo arrollado o el lechón al horno constituyen opciones muy requeridas para las fiestas de fin de año", admite.
Acerca de los menús diarios, asegura que el chop suey, los zapallitos rellenos, el guiso de lentejas o el arroz a la valenciana son los que mayor aceptación tienen entre los asociados.
Finalmente, Luciano hizo referencia a la constante preocupación por la seguridad alimentaria.
"Es un aspecto esencial a la hora de desarrollar nuestro trabajo. La Cooperativa Obrera pone especial énfasis en la conducta higiénica referida a la manipulación de alimentos y en la mejora continua de la gestión de calidad, a través de los hisopados que se realizan periódicamente en las cocinas de todas las rotiserías", subraya.