Tener a mano para el consumo diario una gran cantidad y variedad de alimentos no implica necesariamente que nuestras necesidades de nutrientes estén cubiertas, porque hay casos en los que, sin importar lo buena que sea nuestra alimentación, podemos sufrir carencias.
En tal sentido, hay nutrientes que debemos vigilar mucho más que otros por el gran papel que juegan en el mantenimiento de nuestra salud, y este es el caso de la vitamina B12.
De síntesis bacteriana, esta vitamina se encuentra exclusivamente en los alimentos de origen animal y esto es así porque mediante la alimentación, los animales ingieren las bacterias que la sintetizan.
Además de los productos de origen animal, se la puede encontrar en productos vegetales fortificados, cuya producción ha ido aumentando de manera exponencial estos últimos años como respuesta al aumento del número de personas vegetarianas y veganas.
En nuestro organismo, la vitamina B12 se almacena a lo largo de los años en el hígado y se va liberando poco a poco en periodos en los que no la ingerimos en cantidades suficientes o cuando por otros motivos de salud es necesaria. Por tal motivo, se puede llegar a agotar.
Entre las funciones relevantes que cumple en nuestro organismo puede destacarse que participa en la síntesis de ácido desoxirribonucleico (ADN) en todas las células, ayuda a prevenir la anemia megaloblástica, interviene en el metabolismo de proteínas, permite preservar la salud del sistema nervioso central y tiene un papel imprescindible en la síntesis de glóbulos rojos.
Una deficiencia de B12 moderada o grave y alargada durante mucho tiempo puede acarrear consecuencias tales como fatiga, cansancio y mareos; pérdida de apetito, diarrea o estreñimiento; piel pálida; problemas de concentración, irritabilidad e incluso alucinaciones; dificultad respiratoria; entumecimiento y hormigueo en pies y manos; lengua inflamada y encías sangrantes.
Si aparecen estos síntomas, es necesario hacer pruebas serológicas completas, y si en estas estudios se refleja que hay un nivel de cobalamina bajo en sangre y un nivel de homocisteína o de ácido metilmalónico (MMA) alto en sangre, existirá deficiencia.