En esto mucho tuvo que ver Carmelo Fioriti, mentor de la iniciativa e histórico director desde 1978, quien ahora pasará a ocupar el rol de asesor junto a su esposa Adriana Miconi, otro bastión fundamental de la agrupación coral.
De tal manera, su lugar será ocupado por Germán Falcioni, quien se formó como preparador y director de coros en el Conservatorio de Música de Bahía Blanca, habiendo complementado su formación con la participación en numerosos cursos, seminarios y talleres.
Casado y padre de tres hijos, fue integrante en su juventud de varios coros de niños, entre ellos el de  la Cooperativa Obrera, bajo la dirección del propio maestro Carmelo Fioriti, y en su larga carrera ha dirigido varias agrupaciones corales infantiles y de adultos en el ámbito bahiense y en localidades de la zona como Guatraché, Monte Hermoso y Pigüé.
Desde 2004, Falcioni se desempeña como profesor de música en el Colegio Rosario Vera Peñaloza, institución en la que dirige su coro de alumnos desde 2005. Por otra parte, a partir de 2011 pasó a ejercer el cargo de profesor de varias cátedras en el Conservatorio de Música de Bahía Blanca y en 2016 se hizo cargo del coro de dicha entidad.
“Asumir la dirección del Coro de Niños de La Coope implica una gran responsabilidad, aunque no por esto queda de lado la inmensa alegría que tengo. Voy cayendo día a día con esta realidad, porque más allá de mi formación musical, para mí era impensado llegar a este puesto de tanta relevancia y reemplazar nada menos que a Carmelo, quien está a cargo desde la propia formación”, señaló.
Falcioni reconoció que la música forma parte de su vida desde siempre. “Provengo de una familia de músicos también y, si bien bien soy reservado y un tanto tímido, fue en el Coro de Niños de La Coope donde pude integrar un grupo de amigos que se extendió en el tiempo. Con ellos compartí gratos momentos, canciones, aprendizajes, la importancia del trabajo en grupo, el respeto por el otro, saber escuchar. Instantes que aún perduran en mi memoria”.
“Es más, con algunos de los integrantes nos solemos juntar cada cinco años en cada aniversario del coro y volvemos a recordar los increíbles momentos que pasamos juntos”, acotó.
Destacó, asimismo, que “representa un gran orgullo para mí que tanto Carmelo como Adriana sigan ligados como asesores, porque influyeron mucho en la formación de mi carrera. Vamos a seguir adelante de la manera más parecida a la establecida por ellos, con los mismos principios que transmitieron, para que el coro no pierda la identidad que hoy tiene”.
 “En su momento tuve que decidir entre la música y la ingeniería, pero por suerte hoy puedo trabajar de lo que me gusta a partir del apoyo incondicional de mi familia. Soy un convencido de que se vive mejor estando contento, más allá de la plata que se tenga en el bolsillo”, acotó.
Finalmente resaltó que las puertas del Coro de Niños están abiertas para todos aquellos que deseen inscribirse.

“Más allá de tener una voz sana, los requisitos para formar parte pasan por las ganas de cantar y de comprometerse con una actividad grupal”, concluyó.