Esta afección inmunológica puede manifestarse con síntomas diversos, desde leves (como cólicos, vómitos y diarrea, reacciones en la piel como urticaria y eccema) hasta graves (dificultad para respirar y anafilaxia). Es más común en bebés y niños pequeños, y puede afectar a lactantes que son amamantados si la madre consume leche de vaca.