El crecimiento y desarrollo de la Cooperativa Obrera, las nuevas exigencias de los consumidores, y los cambios tecnológicos, de la producción, la industria y de la propia competencia hacen necesaria la revisión permanente de tareas y responsabi- lidades en la entidad, como así también las estructuras, áreas y procesos de trabajo.En este contexto, La Coope gestiona en la actualidad una compleja cadena de abasteci- miento que cuenta con 147 locales comerciales distribuidos en 7 provincias, además de los canales de comercio electrónico La Coope en Casa y CoopeHogar, y centros de producción y de distribución regionales, lo que implica enfrentar muy variados desafíos para lograr un correcto abastecimiento de sus supermercados.Atendiendo tal motivo, el Consejo de Administración aprobó en su reunión del 30 de noviembre pasado la creación de la gerencia de Abastecimiento, cuya misión se centrará en “procurar el cumplimiento del proceso de la cadena de abastecimiento de manera integral y sincronizada, para satisfacer las necesidades de los asociados, disponiendo de productos en tiempo, forma y cantidades adecuadas a través de las sucursales”.La citada gerencia, que se conformó sin incorporar nuevos empleados y reasignando funciones a colaboradores que se desempeñaban en otros sectores, estará cargo de Ernesto Pinto, quien ingresó a la Cooperativa Obrera el 1 de octubre de 2010, en la gerencia de Supermercados.A partir de abril de 2012 fue designado subgerente de Supermercados, cargo que desempeñaba hasta el momento de este nombramiento. Asimismo también participó de variados proyectos de mejora a lo largo de su trayectoria en La Coope.En tanto, como gerente de Cultura y Acción Comunitaria fue designado Brian Chaz, quien se incorporó a la Cooperativa Obrera en abril de 2003, para desempeñarse en el sector de marcas propias, en la gerencia de Comercialización de aquel momento.En abril de 2009 se sumó a la Gerencia de Cultura y Acción Comunitaria, donde alcanzó la posición de coordinador a principios de 2016, tras el retiro de Enrique Moreno.
La celebración del Día Internacional de los Voluntarios, acontecida el pasado martes 5 de diciembre, sirvió como marco ideal para el cierre de las actividades anuales del Programa Alimentos Solidarios.De la programación prevista, que se llevó a cabo en el Centro Cultural de La Coope en Bahía Blanca, tomaron parte autoridades de la Cooperativa Obrera y representantes de todas las instituciones sociales y escolares beneficiarias del programa.Inicialmente, Evelin Best, coordinadora de Alimentos Solidarios, realizó un balance de la intensa tarea desarrollada por os voluntarios de la Cooperativa Obrera, que el año pasado posibilitó la donación de más de 570.000 kilo-unidades de productos, lo que representa más de 1.700.000 platos de comida.Acto seguido, un panel compuesto por Gabriela Rozas Dennis, de la Asociación Buenos Aires Sur Frente al Chagas; María Elena Domenech, del Centro de Promoción para una Niñez Saludable (Cepronisa); Luis Jouglard, coordinador del Taller Protegido de la Asociación Alborada; Rodrigo Vivallo, del Centro Comunitario San Roque, y Jorge Quintana, representante de los voluntarios de la Cooperativa Obrera, se explayó acerca de los alcances del programa y la ayuda que constituye para las diferentes entidades a las que extiende su mano solidaria.Pablo Barbieri, subgerente general de La Coope, resaltó la labor de todas aquellas personas que, por propia voluntad y sin remuneración alguna, participan de actividades solidarias en instituciones orientadas al servicio al prójimo.“Si bien palabras como empatía, afecto, amor, solidaridad pareciera que hoy no se repiten tanto, en el mundo diariamente más de 840 millones de personas dedican parte de su vida a brindar algún tipo de colaboración. Esta conmemoración se centra además en estimular a más personas para que ofrezcan sus servicios como voluntarios”, acotó.El poder de la solidaridadA su turno, Mónica Giambelluca, presidenta de la Cooperativa Obrera, destacó que “el extraordinario trabajo que realizan día a día muchas instituciones y colectivos en el mundo, en Argentina y particularmente en nuestra región, es una muestra clara del poder de la solidaridad y de la empatía con los otros”.“En la Cooperativa Obrera creemos que la solidaridad, que tan bien lo expresa el trabajo voluntario,  tiene el poder de transformar realidades, especialmente de las personas en situaciones de vulnera- bilidad que reciben ayuda, y de quien se solidariza con el otro”, remarcó.En otro orden, Giambelluca consideró que el Día Internacional de los Voluntarios “constituye un marco ideal para reconocer, agradecer y felicitar a quienes, de manera desinteresada, trabajan en distintas instituciones con la intención de construir un mundo mejor”.Finalmente, la presidenta de la Coope- rativa Obrera dijo que “estos alimentos solidarios que llegan a niñas y niños, personas con discapacidades diversas y representantes de la tercera edad en situación de vulnerabilidad, reciben más allá de los alimentos, el afecto y el recono-cimiento solidario de un grupo numeroso de voluntarios de muchas instituciones, que merecen nuestro agradecimiento, reconocimiento y admiración”, concluyó.
Por iniciativa de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC), la Federación Argentina de Cooperativas de Consumo (FACC) y la Asociación Intercooperativa Regional (AIR) fue inaugurada en la plaza Rivadavia de Bahía Blanca una placa recordatoria en el sector en el que fueran plantados tres ceibos rojos en 2020, en ocasión del centenario de la fundación de la Cooperativa Obrera.En la oportunidad, Oreste Retta, coordinador del Ente Municipal de Acción Cooperativa (EMAC), destacó la figura del contador Juan José Carrizo, recientemente fallecido, quien había impulsado la iniciativa.“Fue un consejero permanente y se lo extraña sobremanera, porque siempre estaba detrás de todos los temas que tenían que ver con el movimiento coope- rativo”, sostuvo.En tanto, Omar Moscoloni, presidente de la Asociación Intercooperativa Regional (AIR), subrayó que “el Cr. Carrizo dejó una huella muy honda, que nos sirve para darle continuidad al camino que trazó. Su legado es importantísimo, a partir de sus convicciones democráticas y sus profundas raíces cooperativas y solidarias”.
Se llevó a cabo en el Centro Cultural de la Cooperativa Obrera una charla sobre “La nación cooperativa, acerca de la obra de Marcel Mauss”, brindada por los doctores Alexandre Roig y Francesco Callegaro.La oportunidad resultó propicia para explorar el pen- samiento del antropólogo y sociólogo francés, y la relevancia de su obra en el actual contexto, a través del libro Marcel Mauss, la nación o el sentido de lo social, de reciente publicación, que fuera traducido al castellano por los dos autores.Conocido por su Ensayo sobre el don, y considerado como uno de los padres fundadores de la antropología moderna, Marcel Mauss nunca abonó el proyecto de hacer de la sociología el laboratorio reflexi- vo de una modernidad alternativa, un saber político capaz de captar el futuro en ciernes en las luchas y creaciones del presente, desde el sentido depositado en los cuerpos y en las instituciones.Así lo demuestra en el gran libro objeto de la charla, cuando al reflexionar sobre las causas de la Gran Guerra, Mauss llega a repensar la nación como una forma singular de sociedad, tendido entre dos extremos: el cosmopolitismo liberal, con su cara capitalista y colonial, y el nacionalismo reaccionario, defensa xenófoba y agresiva del carácter colectivo fetichizado.Según Mauss, sólo el socia-lismo espontáneo de las masas podría superar esta tensión, siempre que la sociología ayuda a aprehender sus condiciones de realización, viendo en las instituciones de la clase obrera (sindicatos, consejos, cooperativas) la prefiguración de una forma todavía por venir.De tal manera, la salida de la crisis se dejaba entrever en la emergencia de una nación trabajadora y a la vez sobera- na y solidaria, dueña de sus riquezas y dispuesta a gastar sus excedentes en los circuitos de don y contradon, fuente de la constitución en curso de una futura nación.Callegaro indico que “el libro que analizamos de Mauss tiene una analogía con el accionar de la Cooperativa Obrera, porque no solo nos permite cruzar el pasado y el presente, sino porque fue escrito en 1920, el año de nacimiento de La Coope, y hace hincapié primordialmente en la coopera- tiva de consumo, planteando acontecimientos muy actuales”.“Mauss se instala en el corazón de la sociedad y asegura que las crisis desarticulan certezas, dándole al cooperativismo un lugar regenerativo”, acotó.Frente al actual contexto, Callegaro entendió que “sólo una valorización del cooperativismo permitirá fomentar el progreso”. “Frente a la crisis que estamos atravesando, no hay que quedarse solo con la dicotomía entre el estado y el mercado, porque hay lugar para el cooperativismo”, subrayó.En tanto Roig, en una de sus últimas intervenciones como presidente del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), aseguró que “estamos frente a una crisis total que comprende a todas las dimensiones de la vida social”. “Frente a esto, Mauss nos invita a desbloquear pensamientos para que la sociedad ocupe un rol preponderante, especialmente en un momento en que la política no logra resolver la violencia social”, acotó.“Aunque se desconoce como tal, la Argentina es un país en el que el cooperativismo ocupa un papel muy importante, porque el 62 % de la población está vinculado de alguna manera con una cooperativa. Hay que plantear el debate de una reconstrucción de la nación, que ojalá sea cooperativista”, se esperanzó.
Con motivo de la celebración del 45º aniversario de su creación, el Coro de Niños de la Cooperativa Obrera efectuó una exitosa presentación en el Teatro Municipal de la ciudad de Bahía Blanca.    En la oportunidad, el Coro de Niños que dirige el maestro Germán Falcioni compartió el escenario con un grupo compuesto por padres y ex integrantes de todas las épocas, quienes repasaron canciones representantivas del repertorio. También participaron cantantes solistas que pasaron por las filas de la agrupación coral y brindaron interpretaciones del repertorio lírico y popular.Tras la realización del reco- nocimiento a un integrante del Coro de Niños que cumplió 5 años de permanencia, el cierre del concierto contuvo una interpretación conjunta de todos los cantantes intervinientes, los actuales y los de siempre.Mónica Giambelluca, presidenta de la Cooperativa Obrera, sostuvo que “desde su propia creación, el Coro de Niños de La Coope ha sido un cálido espacio de aprendizaje que, a lo largo de 45 años, logró dar valor agregado a palabras como esfuerzo, constancia y dedicación, a través de una interpretación musical tan sólida como comprometida”.“Por otra parte, en tan extensa trayectoria ha cumplido un rol cultural trascendental, fomentando que los chicos aprendan a valorar la música y la importancia del compañerismo y el trabajo en común, y adquie- ran asimismo conocimientos sobre el buen manejo de la voz, las técnicas de respiración y el cuidado de las cuerdas vocales”, añadió.En otro orden, acotó que “en todo este proceso también caracterizado por la incorporación de valores tales como la disciplina, el respeto, la amistad y el desempeño en equipo, tomaron parte más de mil niños y niñas que llevaron adelante una increíble actividad, aprendiendo a través de un selecto repertorio”.“Nada de todo lo enunciado pudiera haberse alcanzado sin la vital guía del maestro Carmelo Fioriti, mentor de la creación del Coro y su director durante más de cuatro décadas, en las que forjó una fecunda labor, cimentada en su invaluable disposición para promover, difundir y afianzar las actividades corales en nuestro medio”, agregó.Por último, subrayó que “siempre acompañado por Adriana Miconi, su esposa y otro bastión fundamental en el exitoso camino recorrido, Carmelo ha sido un maestro con todas las letras, capaz de liderar los más heterogéneos y numerosos grupos, afinando las voces para que el espectador reciba un mimo al alma”.“Después de haber concretado numerosas presentaciones en toda la amplia región de influen- cia de la Cooperativa Obrera y aún en lugares lejanos de nuestro país, desde hace más de un año el maestro Germán Falcioni, quien también pasó por las filas del Coro de Niños, tomó la posta y asumió la dirección, logrando continuar la senda trazada a través de un aspecto sumamente importante: mantener la identidad”.“Finalmente, como muchas veces mencionó el propio Carmelo Fioriti, el hecho de que cada niña o niño que pasa por el Coro alcance un espacio de participación, no solamente tiene un impacto positivo en su desarrollo sino que los hace parte de un acto cooperativo en sí mismo”, destacó.
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