Tanto la coliflor como el brócoli, el repollo o los repollitos de Bruselas son verduras que contienen compuestos organosulfurados que, al cortarlas y entrar éstos en contacto con el agua de cocción, despiden olores un tanto particulares. De todas maneras, hay solución para que esta circunstancia no resulte molesta y así poder disfrutar de un alimento sumamente saludable.