La pediatría es una especialidad de la medicina que se ocupa del estudio del crecimiento y el desarrollo de los niños hasta la adolescencia, así como del tratamiento de sus enfermedades.
Si bien se considera que la edad media para acudir al pediatra, antes de que al niño se le derive al médico de cabecera, son los 14 años, en la práctica esto no suele ser así. Asimismo, si un niño tiene una patología grave o crónica, posiblemente continúe con atención pediátrica hasta el fin de la adolescencia, en razón de que un cambio de facultativo antes de tiempo puede repercutir en su salud y en el desarrollo de hábitos para una mejor calidad de vida.
Algunos profesionales sostienen que la conclusión del secundario puede constituir un momento oportuno para “formalizar” el paso del adolescente hacia el consultorio de otro médico.
A través de la Guía sobre Derechos de Adolescentes para el Sistema de Salud, el Ministerio de Salud de la Nación especificó que, en general, antes de los 13 años se considera que las personas requieren algún tipo de asistencia para la toma de decisiones sanitarias.
Asimismo, destaca que las y los adolescentes con edades comprendidas entre los 13 y los 16 años tienen aptitud para decidir por sí sobre toda práctica que no implique riesgo grave para su salud o su vida (práctica no invasiva).
Por otra parte, no son pocos los países que aceptan que los mayores de 14 años puedan tener acceso a su historia clínica sin consentimiento paterno o materno, promoviendo que la autonomía personal representa la mejor manera de garantizar, desde el punto de vista social y jurídico, la protección a la infancia.
Por último, el Ministerio de Salud de la Nación señala que a partir de 16 años los individuos tienen capacidad plena para la toma de decisiones sobre el cuidado del propio cuerpo como persona adulta.