Ubicado a 13 kilómetros desde el centro de Trevelin y a 43 kilómetros de Esquel, formando parte del circuito de la Ruta Galesa, se encuentra un atractivo único en Argentina que cada primavera sorprende con un muestrario inigualable de colores: el campo de tulipanes.
El lugar, propiedad de la familia Ledesma que abre las puertas de su chacra para que todos puedan disfrutar de esta belleza, ayuda a revalidar el título de Jardín de la Provincia que distingue a la localidad chubutense.
La plantación se abre al público durante aproximadamente un mes a partir del 1 de octubre al 6 de noviembre, de 10 a 19. La visita no requiere de reservas y al campo se puede acceder en forma particular o bien contratando una excursión con alguna de las agencias de viajes locales y de la zona.
Las visitas al espacio generalmente se llevan a cabo en horas de la tarde, con los últimos rayos de sol, para así obtener las magníficas postales que brindan los coloridos tulipanes, con la cordillera como telón de fondo.
Originalmente los tulipanes se cultivaban en el Imperio Otomano (en lo que en la actualidad es Turquía), pero se convirtieron en flores apreciadas en todo el mundo a partir de su llegada a Holanda en el siglo XVI. Hoy representan un símbolo de los Países Bajos, uno de los principales floricultores del planeta.
En el campo de Trevelin se cultivan 27 especies diferentes de tulipanes de varios colores y combinaciones, algunos de ellos de doble flor y hasta la variedad negra. El cultivo se inició en 1997 con semillas traídas de Holanda y la especie se adaptó perfectamente gracias al clima patagónico y la composición de la tierra.
Los tulipanes se siembran en mayo y florecen en octubre. Luego las flores se cortan para que las plantas concentren su crecimiento en los bulbos, que se cosechan, se clasifican por tamaño y variedad y, luego de un proceso fitosanitario, se empaquetan para su comercialización en el mercado floricultor nacional e internacional.