Organizada por el Departamento de Ciencias de la Administración de la Universidad Nacional Sur y la Asociación Intercooperativa Regional (AIR), con el auspicio de la Federación Argentina de Cooperativas de Consumo (FACC), se llevó a cabo por décimo séptimo año consecutivo la Jornada Universitaria de Entidades de la Economía Social.
La actividad se inició con breves mensajes del Rector de la Universidad Nacional del Sur, Daniel Vega; del Director del Departamento de Ciencias de la Administración, Gastón Milanesi; y del presidente de AIR, Juan José Carrizo, destacando todos la importancia y actualidad de los temas a desarrollar así como la jerarquía de los expositores.
A su turno, Gisela Wild, Secretaria del Comité de Género de Cooperativas de las Américas, abordó el tema “La equidad de género en el cooperativismo postpandemia”. En tal sentido, afirmó que el género es una construcción social, no natural, que varía de un grupo a otro, y de una época a otra.“Equidad no es lo mismo que igualdad, sino que la equidad consiste en construir herramientas que permitan llegar a ese ideal de igualdad de género”, aclaró al tiempo que señaló además que las cooperativas están atravesadas por la cultura y las costumbres de cada región, por lo que resulta necesario que en cada entidad trabaje para eliminar esas barreras.“En las cooperativas, las mujeres son escuchadas y eso permite que aumente su protagonismo”, subrayó.
La dirigente santafesina señaló asimismo que el modelo empresario cooperativo es el mejor preparado para enfrentar las consecuencias de la crisis económica y social originada por la pandemia, y propone ser actor principal en la reconstrucción del tejido social. Al respecto, mencionó que debe garantizarse a las mujeres su participación en esta tarea.
La exposición de IvanovPor su parte, Todor Ivanov, Secretario Ejecutivo del Comité de Consumo de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), y Secretario General de Eurocoop, realizó una excelente referencia a las actividades de las cooperativas de consumo en la pandemia y las que se están realizando actualmente.Comenzó señalando algunas de las graves consecuencia de la crisis sanitaria originada por el Covid-19, especialmente la contracción económica mundial, indicando que, a pesar de ello, las cooperativas de consumo mantuvieron sus actividades atendiendo a sus asociados con verdadero compromiso social.Mencionó que el Comité de Consumo de la ACI realizó un pedido de informes a las cooperativas para conocer de qué forma la pandemia afectó su funcionamiento y, así como la relación mantenida entre cooperativas y asociados. En general, las cooperativas hicieron hincapié en que pudieron mantener sus servicios con mayor esfuerzo y costos crecientes, e incluso algunas crecieron significativamente en el número de asociados.Parte de los mayores costos fueron originados por todas las medidas adoptadas para la seguridad de los asociados y empleados, debiendo además contratar personal adicional para poder mantener la atención a los consumidores.Ivanov también destacó que en esta crisis las cooperativas debieron salir en búsqueda de nuevos proveedores, especialmente locales y regionales, en particular de productos perecederos como frutas y verduras.
El dirigente búlgaro dio numerosos ejemplos de las acciones implementadas por cooperativas de Italia, España, Estonia, Noruega, República Checa, Bulgaria, Gran Bretaña y Dinamarca, afirmando que algunas de ellas llegaron a habilitar unidades móviles para acercar el aprovisionamiento de mercaderías a regiones en las que no funcionaban supermercados cooperativos.Otro dato significativo resaltado por el Secretario Ejecutivo del Comité de Consumo de la ACI fue el avance tecnológico alcanzado en tiempos de pandemia, que permitió a muchas cooperativas desarrollarse significativamente en el comercio electrónico.Además enfatizó que aún sacrificando resultados económicos, las cooperativas han acudido a la ayuda de los sectores de la población más desprotegidos, poniendo de relieve que en ellas ha prevalecido el interés público.
Finalmente, Todor Ivanov recalcó la necesidad de que se profundice la educación cooperativa para que las próximas generaciones de líderes estén formadas en los valores y principios universales en los que se asientan las cooperativas, que las diferencian de las empresas privadas.
Profundo pesar causó en los distintos ámbitos del cooperativismo nacional el fallecimiento de Edgardo Adrián Form, vicepresidente de la Confederación Cooperativa de la República Argentina (Cooperar), acontecido el 9 de noviembre a los 71 años.A través de su polifacética personalidad, su larga mili- tancia cooperativista y su manifiesto interés por las cuestiones colectivas de la sociedad, Form, casado y padre de cinco hijos, deja un imborrable legado.Hasta el día de su repentina desaparición física estuvo al frente del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC), del que fue gerente general entre 2001 y 2015, y presidió Cooperar entre julio de 2009 y febrero de 2011.Más allá de su extensa trayectoria dentro del coope- rativismo y la economía solidaria, fue diputado de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires en el período 2011-2015 e integrante del Consejo de Presidencia de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos.Asimismo y “en reconocimiento a su aporte al De- sarrollo Económico Integrado de América Latina, por la trascendencia de su labor y su aporte al bienestar de la sociedad” recibió la distinción “Gobernador Enrique Tomás Crespo, Líderes para el Desarrollo”, instituida por el Senado de la Nación, la Federación Argentina de Municipios, la Federación Latinoamericana de Ciudades, Municipios y Asociaciones de Gobiernos Locales y el Club Shalom.Por otra parte, mantuvo con la Cooperativa Obrera un estrecho vínculo y en ocasión de la inauguración de la sucursal 126 de La Coope en San Nicolás de los Arroyos, calificó públicamente a nuestra entidad como “la empresa de consumidores de mayor inserción en todo el país”, y “un verdadero ejemplo de cooperativismo de consumo, a través de su preocupación permanente por brindar servicios de calidad y por enriquecer los productos en beneficio de la salud de la población”.
Iniciado el 3 de enero del 2020 con el doble propósito de recuperar y donar artículos que no tienen valor comercial, pero que están aptos para el uso/consumo, procurando reducir los desperdicios de alimentos y al mismo tiempo cuidar el medio ambiente, el Programa Alimentos Solidarios de La Coope volvió a cumplir este año ampliamente los objetivos previstos.Desde su implementación, un grupo de más de 140 voluntarios de la Fundación Cooperativa Obrera ha distribuido 702.240 kilo/unidades de alimentos y otros artículos, en carácter de donaciones de Cooperativa Obrera y sus proveedores a 65 instituciones sociales y escolares de Bahía Blanca, Ingeniero White, Gene-ral Daniel Cerri, Cabildo, Punta Alta, Neuquén y Mar del Plata.En este contexto, la empresa Kimberly Clark, proveedora de productos esenciales para el cuidado de las personas, realizó una donación de 1.200 pañales para adultos al Hogar del Peregrino San Francisco de Asís de Bahía Blanca. Este hecho solidario fue canalizado a través de la Fundación Cooperativa con el apoyo de los Voluntarios del Programa Alimentos Solidarios de La Coope, quienes desarrollan tareas vinculadas al recupero y donación de alimentos y artículos de limpieza e higiene personal.La acción se suma a la realizada por la Cooperativa Obrera y la empresa Unilever, que por segundo año consecutivo organizaron la promoción “Mes de la Sopa Solidaria” en las distintas sucursales ubicadas en Bahía Blanca, Ingeniero White, General Daniel Cerri, Punta Alta y Cabildo. En esta oportunidad, con la participación de Volunta-  rios de la Fundación Cooperativa Obrera se distribuyeron 4.640 paquetes de sopa Knorr de vegetales con fideos letras a 23 entidades educativas y 19 comedores sociales y hogares permanentes, todas instituciones que asisten a niños, adultos mayores y personas con discapacidad y/o vulnerabilidad social.Quienes deseen inscribirse como voluntarios en Bahía Blanca pueden contactarse telefónicamente, de lunes a viernes, de 8 a 17, al 0291-155122103.
En el transcurso de dos actos desarrollados de manera virtual, la Cooperativa Obrera entregó las distinciones corres- pondientes al 34° Certamen Escolar de La Coope, que este año se llevó a cabo bajo el tema “Defendamos nuestros derechos con todas las letras” y que contó con un número récord de 1.973 inscriptos.Del tradicional certamen de La Coope tomaron parte niños y niñas de 9 a 14 años, quienes tuvieron que presentar una historia breve o una carta en la que se reflejara que, pese a todas las diferencias, sus derechos son irrenunciables e impostergables.En total se presentaron 1.580 trabajos (1.387 correspondientes al nivel primario y 193 al secundario) y hubo premios para los autores de 80 obras, así como para los docentes guías y las cooperadoras de las distintas instituciones escolares a las que pertenecen los alumnos o fueron elegidas para ser representadas.Por otra parte, entre quienes fueron distinguidos por sus trabajos se sortearon notebooks, bicicletas, parlantes y colecciones de libros de la zaga de Harry Potter.“Estamos satisfechos con los objetivos alcanzados en esta segunda edición en pandemia, así como por la calidad de los trabajos presentados”, destacó Brian Chaz, responsable de la Gerencia de Cultura y Acción Comunitaria de la Cooperativa Obrera.Esta fue la segunda edición del certamen desarrollada bajo pandemia y se realizó a través de una plataforma web específica, con las expectativas depositadas en una temática que acompañó una iniciativa de Unicef Argentina centrada en la defensa de los derechos de niñas, niños y adolescentes.En tal sentido, Chaz resaltó que, más allá de la incidencia de la pandemia y las dificultades y restricciones que generó a la escolaridad en general, el certamen alcanzó un alto interés.Al respecto indicó que esta fue la primera ocasión en que la se convocó a participar a jóvenes adolescentes que asisten a escuelas secundarias, con la particularidad que no sólo podían concursar desde el ámbito escolar sino también familiar.“Hubo textos que dieron pie a una profunda reflexión, invitando a los adultos a replantearnos cómo estamos ejerciendo el cumplimiento de los derechos de niños, niñas y adolescentes, que representan el conjunto de normas jurídicas que los protegen”, subrayó.
Al cierre de esta edición estaba prevista la realización del acto del 101° aniversario de la Cooperativa Obrera, en el Salón Angel Borlenghi de la Asociación Empleados de Comercio de Bahía Blanca, ubicado en el predio de Aldea Romana.Como tradicionalmente sucede, el encuentro contempla el reconocimiento al personal que cumplió 25 años de labor en la entidad y al recientemente jubilado.En tal sentido, entre los que alcanzaron los 25 años prestando servicios en La Coope fueron reconocidos Mónica Falco, Silvana Zanfardini y Susana Linaza (pertenecientes a la Gerencia de Administración); Graciela Rosales (Gerencia General); Mariela Grillo (Administración de Procesos); Natalia Gil (sucursal 1, de Ingeniero White); Cristian Navarro e Ivana Pastor (sucursal 3, de General Cerri); Gabriela Balzi, Patricia Albarrán y María Di Genio (sucursal 5); Guillermo Araque (sucursal 6); Graciela Lares (sucursal 15) y Evelin Guiastrennec (sucursal 17, de Punta Alta).Asimismo, también recibieron distinciones Miguel Aolita y Miriam Ferro (sucursal 19, de Punta Alta); Eduardo Otero (sucursal 22, de Coronel Dorrego); Mercedes Hobez (sucursal 23); Juan Carlos Bensack (sucursal 24); Víctor Hurtado (sucursal 4); Ricardo Romeri y Viviana Gayoso (sucursal 26, de Coronel Suárez); Daniela Pacheco, Virginia Forestier y Cristian De Marco (sucursal 28); Marcelo Gangas, Claudio Rozas y Gabriel Kost (Panificadora); Pablo Cabrera y Cristian Cufré (sucursal 42); Francisco Toloza (sucursal 49) y Marcelo Schwerdt (sucursal 63, de Villa Regina).La situación actual de la emergencia sanitaria permitió que el reencuentro para celebrar otro cumpleaños de la centenaria entidad se desarrollara garantizando el cumplimiento de las medidas preventivas de distanciamiento social, que estimó una cantidad máxima de 200 invitados considerando que el salón cuenta con una capacidad para 2.000 personas. El cierre del acto contemplaba un lunch compartido entre todos los presentes, con el consiguiente respeto por los estrictos protocolos de prevención vigentes.
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