Con acceso libre y gratuito se desarrolló en el auditorio Américo Agostini de la Cooperativa Obrera el Primer Festival Internacional de Cine Documental de Bahía Blanca, que contuvo la presentación de 25 títulos.“El DOC Bahía Blanca representó un espacio de encuentro y de resistencia ante la problemática de la exhibición y circulación del cine nacional, frente a la falta de salas comerciales o estatales para que la producción documental tenga un lugar donde encontrarse con sus audiencias”, sostuvo Damian Erviti, quien estuvo a cargo de la Dirección Artística y Producción Ejecutiva del festival.Asimismo, explicó que el encuentro sirvió para proponer un espacio de reflexión multidisciplinario en forma de conversatorios, conectando a realizadores y pensadores del audiovisual con el público.“El cine documental indaga la reali- dad, plantea discursos sociales, representa historias particulares y colectivas, y se constituye en archivo y memoria de las culturas, pero tiene infinitas formas de hacerlo. En este contexto, el amplio abanico de filmes documentales permite una indagación histórica de las cualidades de lo filmado y sus perspectivas futuras”, subrayó Erviti.En la competencia argentina de largometrajes resultó elegida como mejor película “Las delicias”, de Eduardo Crespo, en tanto que recibió una mención del jurado “¿Qué hago en este mundo tan visual?”, de Manuel Embalse.Respecto de la competencia internacional de largometrajes , “De todas las cosas que se han de saber”, de Sofía Velázquez, fue elegida como mejor película, mientras que “Marquetalia”, de Laura Linares recibió una mención especial por parte del jurado.Dentro de la competencia de cortometrajes se otorgó la distinción Cine.Ar a “Amor de verano”, de Eline Marx, en tanto que como mejor película fue elegida “Fuego en el mar”, de Sebastián Zanzottera y también hubo menciones del jurado para “¿Dónde está Marie Anne?”, de Yaela Gottlieb y “Trampa de luz”, de Pablo Marín.