La operatoria se realiza con termómetros infrarrojos de última generación y requiere de la colaboración de los consumidores para poder apuntar el sensor a la base del cuello, a la altura de la clavícula/hombro.
Se toma esta zona con la finalidad de optimizar la lectura, debido a que hacerlo con la frente de una persona que viene de afuera -en donde la temperatura de por si es más baja- podría generar errores en la medición.
Si se llegan a detectar personas con una temperatura igual o mayor a 37,5 °C en dos tomas consecutivas, no pueden ingresar a las instalaciones y se les recomienda llamar a las línea de salud de su región o dirigirse al centro de salud más cercano.
A su vez, para ingresar a estas sucursales de la Cooperativa Obrera los consumidores deben utilizar tapaboca en todo momento, no presentar temperatura anómala, higienizarse las manos con alcohol en gel y mantener distancia social de 1,5 metros.
La toma de temperatura ya venía adoptándose con el personal directo e indirecto que se desempeña en las distintas sucursales, y también se había implementado en los distintos puntos de venta que la entidad posee en las provincias de Río Negro y Neuquén.