Edadismo: conceptos erróneos de la vejez

Después del racismo y el sexismo, la marginación a las personas por el mero hecho de ser mayores es la tercera forma de discriminación en el mundo, más allá de que la edad cronológica no define nuestras capacidades o limitaciones ni existe una vejez que pueda ser considerada como “típica”.


La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el edadismo como un estereotipo, prejuicio y discriminación hacia las personas de ciertas edades debido a la afectación o deterioro natural de su salud.
De tal manera, el edadismo surge cuando la edad, una de las primeras cosas que observamos en otros individuos, se utiliza para categorizar y dividir a las personas por atributos que ocasionan daño, desventaja o injusticia y menoscaban la solidaridad intergeneracional.
Cada cultura tiene actitudes distintas hacia las distintas franjas etarias y el envejecimiento, pero ninguna está exenta de prejuicios sobre la edad. En tal sentido, hoy se sabe a ciencia cierta que la mitad de la población mundial evidencia algún tipo de discriminación hacia las personas mayores.
Muchas veces el edadismo y el género están estrechamente ligados, porque las mujeres mayores suelen sufrir discriminación no sólo por razones de edad, sino por el mero hecho de ser representantes del sexo femenino.
Esta cruda realidad está muy presente en nuestra sociedad, en la que la discriminación por razón de edad puede adoptar formas diferentes. Así se puede encontrar en simples comentarios sobre las limitaciones físicas o psicológicas relacionadas con la edad, en actitudes que infantilizan a las personas mayores o incluso las denigran, pero también en ciertas prácticas institucionales o políticas.
Por otra parte, el edadismo surge de la observación del debilitamiento físico y cognitivo de ciertas personas mayores, como los pacientes con demencia, por ejemplo, que se generaliza y se atribuye falsamente al resto de mayores. Considerar que todos son dependientes, vulnerables o incluso menos “útiles” que el resto de la comunidad es una discriminación que mantiene las desigualdades sociales.


Estos estereotipos suelen llevar a muchas personas a sentir miedo a envejecer (conocido como gerontofobia), ya que creen que sufrirán estas enfermedades, entre otras cosas. El edadismo lleva a generalizar de esta manera y a encasillar a esta etapa de la vida como “poco productiva”.

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Modificado por última vez en Jueves, 18 Agosto 2022 15:55

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