Con sus casas centenarias con ladrillos a la vista asentados en barro, sus diagonales de tierra, su pintoresca iglesia y su quietud con aroma de siesta, Uribelarrea no solo se presenta como el lugar ideal para quienes buscan tranquilidad sino una interesante locación para la filmación de películas.
Así, entre otras obras, se rodaron “El milagro de Ceferino Namuncurá” (Máximo Berrondo, 1971); Juan Moreira (Leonardo Favio, 1973); La Película (José María Paolantonio, 1975); Los crápulas (Jorge Pantano, 1981); Boda secreta (Alejandro Agresti, 1988); Evita (Alan Parker, 1996); “El hombre que capturó a Eichmann” (1997); las novelas “Amor sagrado” y “Ricos y famosos”, así como numerosos cortometrajes y publicidades.
El pueblo se originó en 1889 cuando el rico hacendado Miguel Nemesio de Uribelarrea (presidente de la Municipalidad de Buenos Aires durante el gobierno de Sarmiento) donó una fracción de sus tierras para fundar una colonia agrícola.
Rápidamente se convirtió en un importante polo lechero que tuvo su esplendor en los años ‘30 y ‘40, cuando contaba con más de 50 tambos manuales y varias queserías.
Con el transcurrir del tiempo y el declive del ferrocarril, el pueblo sufrió el desarraigo, la misma problemática que aquejó a otros tantos lugares del interior de la Argentina. Sin embargo, de la mano de la gastronomía, la población pudo reconvertirse, al punto de que en la actualidad representa un auténtico orgullo para Uribelarrea.
Así, con todo el sabor de lo casero y el encanto de construcciones centenarias, que incluyen una posada con 12 habitaciones, pueden recorrerse fábricas de quesos, dulces y encurtidos. La oferta también comprende una casa de té y locales de elaboración y venta de fiambres, embutidos y cerveza, de sabores y aromas notables.
Desde el año 2009 en la Sociedad de Fomento se realiza la Fiesta de la Picada y la Cerveza Artesanal, organizada en forma conjunta por la Municipalidad de Cañuelas y emprendedores locales.