Oriundo de Mar del Plata, Pablo Martínez perdió la visión cuando todavía no había cumplido los 5 años. Así y todo, abrazó con fuerza el sueño de ser surfista adaptado. Hoy, a los 33, no sólo sigue disfrutando de barrenar las olas sino que además fue campeón argentino y sudamericano, alcanzando las semifinales de un Mundial.