Después de una larga trayectoria vinculada con el cooperativismo, Luis Erasmo Ortis se convirtió en el flamante presidente del Consejo de Administración de la Cooperativa Obrera, sustituyendo en el cargo a Mónica Giambelluca.
Tras el desarrollo de la última Asamblea General Ordinaria de la Cooperativa Obrera, en la que se renovó parcialmente el Consejo de Administración, Luis Erasmo Ortis fue elegido como nuevo presidente de La Coope.
“Ocupar este cargo representa, por un lado, un motivo de orgullo, después de muchos años de difundir los valores del cooperativismo, y por otro una gran responsabilidad, por el prestigio que ha alcanzado La Coope, convertida en la principal cooperativa de consumo de nuestro país”, destaca.
Ortis nació el 15 de diciembre de 1948, en el seno de un hogar con fuerte raigambre cooperativista afincado en calle Avellaneda al 900 casi esquina Charlone, un sector de Bahía Blanca que por entonces integraba el barrio Noroeste y hoy es conocido como Mariano Moreno.
“Mi abuelo materno, Aristeo Menghini, proveniente de la región italiana de Le Marche, fue uno de los 173 fundadores de la Cooperativa Obrera, por lo que la entidad estuvo siempre ligada a nosotros. Además vivíamos muy cerquita de la sucursal 4 de La Coope, donde nos turnábamos con mi hermana menor para realizar las compras y esperar el pan cerca del mediodía”, acota.
El flamante presidente de la Cooperativa Obrera realizó sus estudios primarios en la Escuela Nro. 22. “Ibamos por calle Charlone y cruzábamos las vías, con la precaución del caso porque implicaba el único riesgo de la época”, reconoce.
Egresado de la Escuela de Comercio e integrante de la primera promoción del Ciclo Básico en ese establecimiento, Ortis ingresó a trabajar siendo adolescente a la Cooperativa Eléctrica Bahiense para poder costear sus estudios.
“Tuve el honor de trabajar con don Juan Cittá (quien posteriormente fuera presidente de la Cooperativa Obrera) y Rodolfo Zoppi (quien luego estuviera por más de cuatro décadas a cargo de la gerencia general de La Coope). Mientras cumplía el servicio militar se produjo la fusión con la Cooperativa Obrera, por lo que pasé a esta entidad desempeñándome como jefe de Compras de Comestibles hasta que el 31 de marzo de 1980, después de haberme recibido de contador, renuncié para cumplir con un anhelo: trabajar de manera independiente”, resalta.

Difusor del cooperativismo

Egresado en 1976 de la Universidad Nacional del Sur y con un postgrado en Economía Social y Dirección de Entidades sin Fines de Lucro, realizado en la Universidad de Tres de Febrero, Ortis fue docente en la UNS y ocupó diversos cargos en la Asociación de Graduados de Ciencias Económicas de Bahía Blanca, en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y en la Federación Nacional de Consejos Profesionales, relacionando gran parte de su trayectoria laboral con cooperativas de servicios públicos.
Casado con la maestra jardinera Angela Carmen Cinalli, padre de tres hijos: Sebastián Darío, Ileana Gabriela y Mariano Javier, y abuelo de dos nietos: Juliana y Matías, Luis Ortis se sumó en 1999 al Consejo de Administración de la Cooperativa como síndico suplente, ocupando a partir de entonces distintos cargos en dicho órgano de gobierno.
“En todas las entidades en las que me tocó participar difundí el cooperativismo, porque más allá de que representa una puerta abierta a la democracia y constituye una empresa destacada en cada comunidad, también es la forma de desarrollo y progreso más genuina y sostenible que podemos tener como sociedad”, afirma.
Ahondando sobre este temática, señala además que “sigo esperanzado en que finalmente el cooperativismo será aceptado por todos, aún por las grandes empresas, muchas de las cuales hoy pretenden generar con su accionar impacto económico, social, ambiental y financiero en beneficio de la sociedad, todas banderas que el sistema cooperativo enarbola desde siempre”.
Respecto de la notoria expansión que la Cooperativa Obrera viene llevando a cabo, especialmente en las últimas décadas, subraya que “este desarrollo se vuelca directamente en beneficio de los asociados, porque en cada lugar en el que abrimos nuestras puertas hacemos mucho por las comunidades, que entienden que no somos aves de paso sino que llegamos para quedarnos”.

También resalta que “más allá del capital económico que pueda tener La Coope, su principal valor es la confianza”, al tiempo que asegura que “desde su fundación hasta estos días La Coope estuvo bien administrada, y siempre su gestión estará orientada por los permanentes valores humanísticos universales”.

Finalmente, de cara al futuro, sostiene que “así como es normal que nuestras necesidades y deseos individuales son resueltos por cada uno de nosotros, nada mejor que las necesidades colectivas sean autogestionadas de manera conjunta por intermedio de la democracia y solidaridad cooperativa, por lo que estoy convencido que en los tiempos que vienen habrá un mayor desarrollo del modelo cooperativo”.