Con la participación de representantes de distintos países de América Latina se desarrolló en Bogotá (Colombia) un encuentro regional en torno a la Agenda Urbana Alimentaria, impulsada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
A lo largo de las distintas reuniones que se concretaron se expusieron diferentes experiencias y soluciones con la intención de consolidar un plan de acción conjunto como respuesta a las necesidades de los sistemas alimentarios, partiendo por el fortalecimiento del nexo urbano-rural.
Pablo Barbieri, subgerente general de la Cooperativa Obrera, tomó parte del encuentro, del que participaron además equipos de la FAO y representantes de gobiernos nacionales y municipales de nuestro país, Chile, Costa Rica, Ecuador, México, Paraguay, Perú y Uruguay, así como de Brasil y Colombia, organizadores del espacio.
En esta oportunidad fueron presentadas las experiencias de los países en relación con la gobernanza en los sistemas alimentarios, abastecimiento, sostenibilidad y resiliencia para la planificación urbana y la reducción de pérdidas y desperdicio de alimentos.
Asimismo, entre otros temas, se intercambiaron conceptos respecto del impulso de las economías locales en articulación con ferias y mercados tradicionales, sistemas de producción sostenible de alimentos en áreas urbanas y rurales, vinculación de la agricultura familiar, educación alimentaria y nutricional, regu- lación frente a la exposición a alimentos ultraprocesados, formulación de proyectos con foco en servicios ecosistémicos pero con un visible componente alimentario.
En tal sentido, Barbieri expuso los alcances del Programa de Alimentos Solidarios motorizado por la Cooperativa Obrera, que beneficia a 54 instituciones sociales y educativas y que posibilitó la recuperación en el último año de 570 toneladas de alimentos, equivalentes a 1,7 millones de platos de comida.
Intercambio de experiencias
Se estima que el año pasado padecieron hambre en todo el mundo de 691 a 783 millones de personas, unos 122 millones más que en 2019, antes de la pandemia mundial.
Frente a esta problemática, las distintas ponencias se centraron en que el funcionamiento adecuado de los sistemas alimentarios puede aportar soluciones, pero es necesario trabajar para que sean eficientes, saludables y sostenibles.
De acuerdo con Corinna Hawkes, directora de la División de Sistemas Alimentarios e Inocuidad de los Alimentos de la FAO, el sistema alimentario contempla la participación de diferentes actores para discutir y manejar las maneras como se producen, transforman, venden y consumen los alimentos y otros productos no alimentarios, como los combustibles.
Hawkes consideró clave fortalecer el aprendizaje entre ciudades, pues el intercambio de experiencias entre diferentes áreas urbanas puede contribuir significativamente a superar desafíos comunes.
Fenómenos como los efectos del cambio climático, crisis económicas, disrupciones en la comercialización y distribución de alimentos por conflictos y desastres naturales son algunos retos a los que se ven sometidos estos sistemas alimentarios, a los que se suma el crecimiento de la urbanización, aumentando las exigencias en el funcionamiento de estos para satisfacer la demanda alimentaria.
Y es que actualmente el 57% de la población mundial habita en ciudades, con una proyección de aumento al 70% (siete de cada 10 personas) para el 2050, situación que desde ya provoca cambios en los sistemas alimentarios, desafiando la producción en relación con la demanda y la sostenibilidad en el manejo de los recursos naturales.nibilidad en el manejo de los recursos naturales.