Hernán Kraviez, el argentino que lideró el diseño del estadio Lusail

By Familia Cooperativa Marzo 17, 2023 1035 0
Trabaja como arquitecto en uno de los estudios más importantes del planeta con sede en Londres y tuvo a su cargo el equipo que dio forma al estadio donde la selección nacional ganó el encuentro final de la Copa del Mundo que se disputó a fines del año pasado en Qatar.


Lo que buscábamos se logró”, asegura desde Londres, donde reside hace más de dos décadas, Hernán Kraviez, un nombre que alcanzó visibilidad en los últimos tiempos.
Es que este arquitecto nacido en el porteño barrio de Palermo hace 51 años lideró el equipo que tuvo a su cargo el diseño del estadio Lusail, el más impactante de los que contuvieron la Copa de Fútbol que se disputó en Qatar y donde el seleccionado nacional consiguió su tercera estrella mundialista.
El profesional argentino forma parte del estudio Foster + Partners, que en 2014 ganó el concurso para el diseño del estadio, proyecto que estuvo a cargo.
“En principio era un equipo relativamente chico y después, durante el desarrollo del proyecto, llegamos a superar las 20 personas, más un gran número de asesores de distintas áreas”, cuenta Hernán.
-¿Cuál fue el mayor desafío que tuvieron que afrontar?
-Hubo varios y todos bastante grandes. Se pedía que fuera un estadio para 92.000 personas, aunque durante el Mundial la capacidad se redujo. Diseñar un estadio tan grande ya tiene una alta complejidad. Y mucho mayor se hizo porque originalmente la Copa del Mundo iba a ser en el verano y teníamos que lograr que dentro del estadio el termómetro no superara los 32 grados, en un lugar en donde la temperatura exterior puede llegar a los 50 grados.
“Entonces el mayor desafío que tuvimos en la primera parte del desarrollo fue cómo lograr ese aspecto de la manera más sustentable posible, minimizando el consumo de energía y adoptando mayormente medidas de diseño pasivo, como así también la incorporación de materiales y tecnologías de alto rendimiento”.
Kraviez explica que había otros aspectos que hacían aún más complejo el proyecto, como por ejemplo el techo del estadio, que no podía cerrarse por completo por reglamentación de la FIFA. Finalmente, la iniciación del Mundial se modificó para el invierno qatarí y eso simplificó un poco el trabajo, de manera tal de llegar a la temperatura requerida de una manera más eficiente y sustentable. Por la labor desarrollada, el Sistema de Evaluación de Sostenibilidad Global (GSAS) premió al estadio con la clasificación más alta: 5 estrellas.
“Otro gran desafío que tuvimos fue diseñar un estadio para una ciudad que todavía estaba en planificación. Para nosotros era muy importante que no sea una estructura en el medio de la nada, sino que esté totalmente integrada a la futura urbanización de Lusail. Por lo tanto, tuvimos que trabajar también como urbanistas, adelantándonos a lo que sería la futura trama y el uso ciudadano”, resalta.
En la oficina también tuvieron a cargo la delineación de otras partes de la ciudad, tarea que ayudó a lograr la integración. El diseño llevó casi 2 años y si bien la base del trabajo se llevó a cabo en Londres, también demandó numerosos viajes a Qatar.
-¿Qué sensaciones te produjo verlo terminado?
-Después de haber pasado tanto tiempo diseñándolo, conocer cada detalle y los grandes desafíos que tuvimos por delante, verlo terminado significó una gran satisfacción. Es más, creo que en cierto sentido quedó mejor de lo que pensábamos. Y fue muy especial para mí haber podido presen- ciar el Mundial, pudiendo experimentar cómo se siente como espectador. Estar ahí en un partido de la Copa del Mundo superó todas mis expectativas acerca de lo que pensé que íbamos a lograr.
Hernán estuvo en Qatar durante la fase de grupos y pudo ver a la Argentina en sus primeras presentaciones. También tuvo la posibilidad de recorrer otros estadios y asegura que el Lusail “se lleva con creces los mejores premios”. Hoy, ya consumada la consagración argentina, la labor cumplida le resulta aún más especial.
“Desde el primer día del concurso decía, un poco en chiste pero en el fondo muy en serio, que ‘este es el estadio donde Argentina va a salir campeón...’. No pude estar en la final, pero estoy muy contento de haber podido ver al seleccionado nacional en ‘mi estadio’ durante nuestro Mundial”, acota entre risas.
Acerca de un momento que atesora en su memoria subraya el constante aliento de la hinchada argentina. “En el partido contra México éramos minoría, en porcentaje más o menos 70 a 30, pero sin embargo no se sintió así, porque el aliento fue conmovedor”.

Detalles y usos

Kraviez cuenta que desde el propio comienzo la idea fue que el Lusail tuviera la posibilidad de transformarse y así incorporar distintos usos con posterioridad al Mundial, sin que desaparezca el estadio que contuvo la final.
“Algunos estadios se van a desmantelar y otros serán achicados considerablemente. Pero esa nunca fue la idea para esta iniciativa, aunque sí que se modifique. Por eso lo diseñamos teniendo en cuenta esa flexibilidad, manteniendo la carcasa exterior intacta y con el interior fácil de transformar”, afirma.
Hernán dice que a lo largo de los años se realizaron estudios tendientes a incorporar otros usos, como colegios, residencias, centros médicos, espacios de recreación y deportivos. Y aunque hasta el momento no haya una definición concreta de lo que se hará, sí se tiene la certeza de que no perderá su conexión con la ciudad.
“El diseño tiene algo bastante interesante: el estadio aparece como despegado del suelo, con una serie de columnas de hormigón discretas, que son las que llegan al suelo, por lo que pareciera estar como flotando. Eso ayuda a que tenga una cone- xión muy fluida con todo el espacio público que va a estar en los alrededores”, señala.
-¿Para hacerlo sustentable y a la vez cumplir con las exigencias de la FIFA, ¿utilizaron algún material en particular?
-Quizás el elemento principal es el techo, que es de un polímero especial (llamado PTFE), que se usa en varias estructuras y tiene una capacidad térmica muy elevada. Cubriendo una superficie con ese material se logra la capacidad de mantener una temperatura por bastante tiempo.
El arquitecto remarca que si bien el estadio cuenta con aire acondicionado, la utilización del citado material de alto rendimiento facilita reducir muchísimo el consumo.
Otro aspecto importante es el envolvente exterior, una fachada cerrada con pequeñas aberturas triangulares, siguiendo la forma de la estructura principal, que permite lograr un balance entre la necesidad de iluminación y la de mantener una temperatura confortable en los espacios interiores.
Kraviez resalta que el estadio también tiene un factor arquitectónico muy interesante por el tipo de luz tamizada que se logra gracias a esas aberturas y que hace que la imagen exterior evoque a ciertas construcciones y objetos típicos de la región.
“Hay quienes dicen que se parece a una vasija antigua de Medio Oriente; otros que lo comparan con la tradicional lámpara fanar de la región, especialmente de noche cuando está encendida la iluminación interior y se produce una suerte de juego de luces y sombras. Ninguna de esas asociaciones fueron intencionales al comenzar el desa- rrollo del diseño”.
“La forma, el diseño de la fachada, la elección de los materiales, todo se generó desde la ambición de lograr la mejor solución para el uso del estadio, que se construya de la manera más eficiente posible y con una alta apreciación del clima y la cultura de Qatar. Pero es cierto que se asemeja a algunos objetos árabes y eso le agrega un elemento muy fuerte de conexión local”, añade.
Y destaca un logro más: conseguir que una estructura tan grande y compleja se vea como una pieza uniforme y simple. “La fachada, el techo y la estructura del Lusail conforman un solo bloque, porque están totalmente conectados, logrando una envolvente única con una geometría elegante”.

Riqueza cultural

Si bien Foster + Partners es uno de los estudios de arquitectura más grandes del mundo y ha realizado distintos tipos de proyectos, desde diseños muy pequeños de mobiliarios hasta aeropuertos o ámbitos deportivos, como el afamado Wembley en Londres, para Hernán Kraviez significó su primera participación en el diseño de un estadio.


Fue el único argentino del equipo, conformado por personas de distintas nacionalidades, entre ellos ingleses, españoles, italianos, egipcios y griegos.


“En el estudio hay gente de todas las nacionalidades y un proyecto como este, que involucra a un número importante de personas, representa una pequeña muestra de lo que es la oficina. Eso es súper interesante, porque hace que los proyectos se alimenten de distintas culturas y que los debates internos sobre el diseño sean más ricos, fructíferos y brinden los mejores resultados”, concluye.

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Modificado por última vez en Viernes, 17 Marzo 2023 09:46

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