Con un nutrido programa de actividades, que incluyó una serie de recitales gratuitos frente al mar en uno de los espacios más tradicionales de la ciudad, Mar del Plata, el principal centro turístico balneario del país, celebró el sesquicentenario de su fundación.
Las diversas acciones fueron dispuestas por una comisión especialmente conformada para la ocasión, integrada por representantes del sector privado local y presidida de manera honoraria por el intendente del partido de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, quien adelantó que el festejo se prolongará a lo largo del año, con el objetivo de generar turismo durante los 12 meses.
El jefe comunal aseguró además que esta es “una fiesta de todos”, y que personalmente resultó “un honor poder transitar los 150 años de esta ciudad y no solo como intendente, sino como un vecino más que ama la ciudad”.
Ubicada a orillas del océano Atlántico, Mar del Plata congrega anualmente a miles de turistas que llegan a visitarla desde todo el punto. Sin ir muy lejos, en 2022 recibió unos 8,5 millones de visitantes, una cifra similar a la que ingresa en el transcurso de un año a la torre Eiffel.
La Cooperativa Obrera inauguró su primer local en el ámbito marplatense el 8 de julio de 2011. Por entonces era la ciudad con mayor cantidad de habitantes (luego superada por La Plata) a la que había llegado la entidad en su progresivo plan de expansión territorial.
La sucursal 92 de La Coope está situada en la intersección de las transitadas avenidas Fortunato de la Plaza y Edison, ocupando el edificio en el que funcionara el supermercado Coral.
El segundo local de la Cooperativa en la cabecera del distrito de General Pueyrredón (la sucursal 93) se abriría en 2012, pocos días después que la “Ciudad Feliz” cumpliera su 138 aniversario, ocupando un edificio de algo más de 2.000 metros cuadrados de superficie cubierta y especialmente cons- truido al 6500 de la avenida Constitución.
En la apertura, la boca de expendio contaba con un área de ventas de 600 m² (el máximo permitido por ordenanza municipal) y otro sector destinado a la comercialización de artículos para el hogar.
En tanto, en abril de 2018 quedó habilitado el tercer local de La Coope en Mar del Plata, la sucursal 125, situada en Alberti 1842, otro supermercado que perteneciera a la firma Coral.
Para mediados de este año está prevista la apertura de la cuarta sucursal en suelo marplatense, habitado en la actualidad por unas 650 mil personas, que estará ubicada en Talcahuano 1255, entre Azopardo y Vértiz, que contará con una superficie total de 1.569 metros cuadrados, que incluyen un sector de ventas de 600 m², más un área de artículos del hogar de 202 m².
Historia de la fundación
Una expedición encabezada en 1581 por Juan de Garay llegó a la zona de la provincia de Buenos Aires actualmente determinada por el munici- pio de General Pueyrredón, habitada por entonces por las tribus de los indios pampas o serranos, como los denominaron los ibéricos.
Más de un siglo y medio después, en 1746 y a instancias del monarca español, se fundó a orillas de la laguna Las Cabrillas (hoy Laguna de los Padres) la Reducción de Nuestra Señora del Pilar, a cargo de sacerdotes jesuitas.
La magnitud de la pobla- ción indígena en el lugar, estimada en unas 1.200 personas, motivó a los sacerdotes a solicitar el reconocimiento del lugar como pueblo, pero a pesar de haber sido concedido este pedido, su existencia fue efímera ya que sucumbió al ataque indígena, por lo que los misioneros abandonaron las instalaciones el 1 de septiembre de 1751.
Posteriormente, durante la presidencia de Justo José de Urquiza y con el propósito de establecer con el Brasil una corriente de intercambio más fluida, se indujo a un consorcio portugués a fundar un saladero de carne vacuna en la citada región, geográficamente ade-cuada para tal fin, instalaciones que quedaron a cargo de José Coelho de Meyrelles, quien llegó a esta zona a fines de 1856.
Prontamente se conformó una población en torno al saladero que comenzó a ser llamada Puerto de la Laguna de los Padres, hasta que ciertos quebrantos económicos y de salud motivaron a José Coelho de Meyrelles a vender sus bienes a Patricio Peralta Ramos, quien impulsó con gran decisión la zona al comprender su gran porvenir.
En 1873, Peralta Ramos emprendió la construcción de la Capilla Santa Cecilia, en honor a su esposa, Cecilia Robles, y en noviembre del mismo año inició gestiones ante el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Mariano Acosta, para que se reconozca la existencia del poblado, haciendo hincapié en el nombre que él había elegido: Mar del Plata.
Finalmente, el 10 de febrero de 1874, el propio gobernador Acosta firmó el decreto que reconoció al pueblo, designándose con posterioridad esa fecha como la de la fundación de la ciudad de Mar del Plata.
La llegada en 1877 de Pedro Luro, quien se hizo cargo del saladero, instalando además una barraca y un molino harinero, y construyendo viviendas y un nuevo muelle, dio un decisivo impulso a la agricultura y al desarrollo de la zona, que motivó que, en 1879, el gobierno provincial autorizara la creación del Partido de General Pueyrredón.
Tiempos de verdadero auge
Después que las dos primeras décadas del siglo XX llevaran a que Mar del Plata alcanzara un notable grado de desarrollo urbano, a partir de la construcción del Torreón del Monje, la estación Mar del Plata Sud del Ferrocarril del Sud, la Rambla Bristol y el Club Mar del Plata, entre otras edificaciones emblemáticas, la finalización de la Ruta Nacional 2 en 1932 generó un flujo mucho mayor de turistas proveniente de la ciudad de Buenos Aires.
Así, a partir de 1940, Mar del Plata fue transformando su fisonomía para convertirse en una ciudad eminentemente turística, proliferando los hoteles sindicales. En forma paralela, los sectores medios se volcaron a poseer un departamento en la “Ciudad Feliz”, generando un auge constructivo y un cambio notable en la estructura edilicia.
Ya a fines de la década del 70, se emprendieron varios proyectos relevantes como la inauguración de la Peatonal San Martín, la construcción de los balnearios en el complejo Punta Mogotes y la reforma de la Avenida Constitución, levantándose además el estadio que contuvo una de las sedes de la Copa Mundial de 1978.
Forjada en los tiempos añorados de la Belle Époque, cuando la sociedad porteña inició sus periódicos éxodos veraniegos hacia las doradas playas atlánticas, Mar del Plata se convirtió con el paso del tiempo y más allá de la estación del año en que se la transite, en la Capital Turística de los Argentinos.