Valiéndose de un modelo cooperativo que apuntó a defender la producción primaria nacional, el 16 de febrero de 1922 se constituyó en la ciudad de Rosario la Asociación de Cooperativas Rurales Zona Central.
Este movimiento transformador fue impulsado inicialmente por la Sociedad Cooperativa Agricultores Unidos de San Jorge, la Sociedad Cooperativa Mutua Agrícola de Noetinger, la Unión Agrícola de Leones Sociedad Cooperativa, la Sociedad Cooperativa Agrícola Armstrong, la Sociedad Molino Cooperativo de Arequito, la Sociedad Cooperativa “El Trabajo” de Devoto, la Cooperativa Agrícola de Oliva, la Sociedad Cooperativa Agrícola de la Colonia Santa Teresa Estación Totoras, la Sociedad Molino Cooperativo de Carmen, la Cooperativa Agrícola Tortugas Limitada y la Cooperativa “La Vencedora” de Hernando.
A esta gran iniciativa ya se habían sumado en 1927 más de 30 cooperativas y, a partir de hito, se conformó la Asociación Argentina de Cooperativas (ACA), entidad que desde su propio origen apuntó a garantizar el equilibrio entre el crecimiento económico, el bienestar social y el cuidado del medio ambiente en todos los procesos que lleva adelante.
Actualmente ACA brinda soluciones integrales a las cooperativas y productores agropecuarios, creando valor de forma competitiva y sustentable, apostando transparencia a los mercados y manteniendo el diferencial de los principios y valores cooperativos.
Por otra parte, es uno de los operadores más grandes del país en la comercialización de cereales y oleaginosas, con una participación del 17,80% sobre el total de granos que se producen en la Argentina, equivalente a 23.400.000 toneladas.
Precisamente mediante la comercialización de productos agrícolas, ACA ofrece a las cooperativas y a los productores un servicio integral para la venta de sus granos destinados a los mercados interno y externo.
Asimismo, a través de las cooperativas y de los centros de desarrollo que posee, la entidad apunta a satisfacer las necesidades de la comercialización a través de sus instalaciones portuarias y las plantas regionales destinadas a la recepción, acondicionamiento y transporte de granos.
En la actualidad está conformada por más de 140 cooperativas agropecuarias y 50.000 productores que se encuentran en más de 600 localidades de las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Chaco, Entre Ríos, La Pampa, Río Negro, Santa Fe y Santiago del Estero.
En materia de infraestructura cuenta con cuatro puertos, dos criaderos de semillas, uno de cerdos, cinco plantas industriales y cuatro regionales, y 50 centros de desarrollo cooperativos, que constituyen unidades operativas para completar el tonelaje originado a través de las cooperativas y brindar asesoramiento comercial y técnico, además de servicios tales como acopio de cereales y oleaginosas, y distribución de fitosanitarios, fertilizantes y semillas.
El desafío de Borgogno
El ingeniero agrónomo Rubén Borgogno asumió el jueves 2 de diciembre de 2021 la presidencia de la Asociación de Cooperativas Argentinas, sucediendo en el cargo a Claudio Soumoulou, quien completó su mandato.
Comprometido con el cooperativismo y digno representante en cada uno de los espacios que le tocó ocupar, el dirigente cordobés coronó de tal manera su larga trayectoria liderando el Consejo de Administración de la primera “cooperativa de cooperativas” del país y de América, y nada menos que la sexta empresa más importante de la Argentina.
Borgogno, que al igual que Soumoulou fuera presidente de la Juventud de la ACA, proviene de Cotagro, una cooperativa con sede en General Cabrera cuyas principales operatorias comprenden a la cadena agroindustrial.
“Haber asumido la presidencia de ACA representa en lo personal un enorme compromiso y a la vez un lindo desafío. La designación me llega después de haber recorrido un largo camino, que comencé a desandar trabajando poco después de recibirme en la cooperativa en la que mi abuelo fue uno de los fundadores”, sostuvo quien viniera ejerciendo en los últimos tiempos el cargo de Secretario de la Mesa Directiva de la entidad.
“Siendo muy joven empecé a participar activamente en el cooperativismo y en representación de la juventud agraria pude tomar parte de las reuniones del Consejo de Administración de ACA, algo que me permitió conocer muchísimo acerca del funcionamiento de la institución”, añadió.
Respecto de la impronta que pretende establecer para su gestión destacó la necesidad de “ir anticipándonos a las necesidades que plantean los productores”.
“Hay que mantener activos los Consejos Asesores Regionales, que son los que nutren al Consejo de Administración central, buscando la manera de interesar a que participe gente nueva que interactúe con los consejeros de mayor experiencia”, subrayó.
De cara al futuro y con la intención de seguir siendo competitivos en los mercados vinculados con el agro, consideró imperioso “preservar las bases y escucharlas”.
“Si bien no todo fue color de rosas, porque a lo largo de estos 100 años hubo muchas discusiones acaloradas en defensa de diferentes posturas, el respeto por los lineamientos democráticos y los valores cooperativos, así como el hecho de que no se personalizaran las gestiones nos posibilitó crecer muchísimo”, subrayó.
Asimismo, reconoció que no hay secretos en los que se asiente el exitoso trayecto de la ACA. “En realidad todo fue producto del trabajo conjunto y de la capacidad de adaptarse permanentemente a las necesidades que fueron surgiendo producto de los continuos cambios políticos y económicos de un país como el nuestro”.
“Si bien la progresiva desaparición de productores chicos motivó que hoy ACA cuente con unas cuantas cooperativas menos que las 300 que llegó a tener adheridas, en los últimos 20 años la entidad dio un salto muy importante, pasando a contener buena parte de la producción de granos en el país”.
“En esto también tienen que ver los centros de desarrollo cooperativo, que posibilitaron que en lugares en los que no quedaron cooperativas al menos estuviera la ACA para establecer sectores de acopio”, afirmó.
Finalmente, dijo que más allá de los avatares puntuales que produjo la sequía en determinadas regiones del país, “el sector agropecuario está atravesando un buen momento y eso se refleja en el hecho de que, salvo contadas excepciones, las cooperativas se muestran sólidas”.
Acerca del festejo del centenario de las Asociación de Cooperativas Argentinas, Borgogno señaló que la extensión de la pandemia no permitió que pudieran llevarse a cabo las inauguraciones oficiales del puerto de Timbúes, una terminal dotada con los más altos estándares respecto de seguridad, medio ambiente y calidad, y de la flamante sede de la institución en Bahía Blanca, un moderno edificio que cuenta con todos los adelantos tecnológicos.
De tal manera, el acto central de los 100 años se llevó a cabo en Pergamino, en oportunidad de desarrollarse la tradicional expo “A campo abierto” en la Planta de Procesamiento y Clasificación de Semillas Híbridas que posee ACA en el kilómetro 232 de la ruta 8, en inmediaciones de la citada ciudad bonaerense.