Según la Real Academia Española, el senderismo o el trekking (como también se lo denomina en nuestro país) representa “una actividad deportiva que consiste en recorrer senderos campestres, por lo general en terrenos montañosos”, y es “especialmente recomendable para aquellas personas con espíritu de aventura y ganas de caminar”.
En pleno auge en estos tiempos, especialmente luego de los prolongados tiempos de confinamiento que deparó la pandemia, el senderismo se ha convertido en una suerte de boom en el país, con miles de cultores que aprovechan las distintas alternativas que ofrece la variada geografía argentina.
Aunque recomendado y apto para todos los públicos, desde los más jóvenes hasta los mayores, está claro que el estado de forma física de cada senderista determinará qué itinerarios habrá que afrontar a la hora de encarar la actividad.
De tal manera, el grado de dificultad y la distancia a realizar están estrechamente relacionados con el aumento de las capacidades y aptitudes de cada individuo. Es por ello que el senderismo tiene como principio básico mejorar las condiciones tanto físicas como psíquicas de sus practicantes.
Esta actividad, que lleva implícita una serie de retos y satisfacciones personales, permite un íntimo contacto con la naturaleza y, por extensión, un mayor respeto por la misma. Además, se logra un mayor acercamiento a las regiones y a las poblaciones por las que se transita, aparte de ampliar el conocimiento sobre la fauna y la flora de cada lugar.
Paralelamente se desarrolla una sana convivencia entre familiares y amigos de cualquier edad, por lo que se incrementa el espíritu de apoyo y compañerismo entre sus aficionados. Se supone, asimismo, un excelente ejercicio cardiovascular y su práctica se lleva a cabo lejos de la ciudad, por lo que no existe ningún tipo de contaminación urbana.
Recomendaciones básicas
A la hora de prepararse para realizar una ruta conviene tener en cuenta algunos cuantos consejos prácticos:
• Respetar en todo momen- to a la naturaleza y al propio entorno. En este contexto resulta necesario llevarse la basura generada.
• Planificar la excursión, realizando además cálculos aproximados sobre el horario y la duración del itinerario.
• Recabar información sobre la meteorología. En la montaña el tiempo es muy variable y pueden experimentarse cambios bruscos en un corto espacio de tiempo.
• Disponer del equipo adecuado es un requisito imprescindible. Mientras que en invierno es esencial ir bien abrigado y vestido por capas, en verano es muy conveniente llevar protección solar, anteojos de sol y una gorra. En cualquier época del año nunca está de más llevar alguna prenda impermeable para protegerse de la lluvia y contar con un calzado adecuado para el terreno.
• Aprovechar los avances tecnológicos. El teléfono puede ser un accesorio de gran ayuda y utilidad en momentos puntuales ante situaciones de riesgo.
• Considerar la alimentación, con la premisa de que tanto el agua como la comida nunca deben faltar.