Precauciones básicas durante los días calurosos

Beber una cantidad suficiente de líquidos, utilizar la vestimenta adecuada y controlar el tiempo de las actividades que se llevan a cabo representan aspectos alternativos que deben tenerse muy en cuenta a la hora de ejercitarse físicamente en jornadas tórridas.


Desarrollar una actividad física en climas cálidos ejerce un estrés adicional sobre el organismo, ya que tanto la ejercitación en sí como los rigores de la canícula y la humedad del aire pueden contribuir a que aumente la temperatura corporal.
En condiciones normales, la piel, los vasos sanguíneos y el nivel de transpiración se ajustan al calor. Pero estos sistemas de enfriamiento natural del organismo pueden fallar si se está expuesto a altas temperaturas durante un tiempo prolongado, sumado a un excesivo sudor y a no beber suficiente líquido.
El resultado puede deparar consecuencias como contracciones musculares dolorosas, sensación de aturdimiento, desmayos, náuseas, vómitos, debilidad, dolor de cabeza, desorientación, presión arterial baja y problemas de visión.
Si no se trata debidamente, el agota- miento por altas temperaturas puede provocar un golpe de calor, una emergencia peligrosa que requiere atención médica inmediata.
Al realizar actividad física en días de calor es necesario prestar atención a los signos y síntomas que pueden presentarse. Ante un golpe de calor, la forma más eficaz de enfriamiento rápido es sumergir el cuerpo en agua fría o helada. En el caso de agotamiento, hay que quitarse la ropa extra o el equipo deportivo y, si es posible, colocarse toallas frías y húmedas o compresas de hielo en el cuello, la frente y las axilas, o rociarse con agua de una manguera o la ducha.

Para tener en cuenta

Cuando se realice actividad física en un clima caluroso deben adoptarse las siguientes precauciones:
• Cuidado con la temperatura. Pres-tar atención al pronóstico del tiempo y a las alertas climatológicas. Averiguar qué temperatura se espera durante el tiempo een el que se desarrollará la ejercitación al aire libre.
• Aclimatarse. Si el cuerpo está acostumbrado a ejercitarse en lugares cerrados o en climas más frescos hay que empezar despacio cuando la temperatura se eleva. Puede llevar al menos una o dos semanas adaptarse al calor.
• Conocer el estado físico. Si no se está en buena condición física hay que tomar precauciones adicionales, porque el organismo podría tener una menor tolerancia al calor. Reducir la intensidad y tomar descansos frecuentes.
• Beber mucho líquido. La deshidratación es un factor clave en las enfermedades causadas por el calor, por lo que hay que mantenerse bien hidratado. No esperar a sentir sed para beber líquidos.
• Usar ropa adecuada. La indumentaria liviana y suelta favorece la evaporación del sudor y mantiene más fresco el organismo. Evitar los colores oscuros, que absorben el calor. De ser posible, utilizar un sombrero de ala ancha de algún color claro.
•  Evitar el sol del mediodía. Ejercitarse a la mañana o a la noche, cuando es probable que el clima al aire libre esté más fresco.
•  Usar protector solar. Las quemaduras causadas por el sol disminuyen la capacidad del organismo de enfriarse a sí mismo y aumentan el riesgo de contraer enfermedades en la piel.
• Tener un plan de respaldo. Frente a una ola de días tórridos siempre está latente la posibilidad de ejercitarse en un gimnasio, caminar dentro de un centro comercial o subir escaleras dentro de algún edificio que tenga buena circulación de aire.

Valora este artículo
(0 votos)

Deja un comentario

Asegúrese de introducir toda la información requerida, indicada por un asterisco (*). No se permite código HTML.

© 2020 Copyright Cooperativa Obrera. Todos los derechos reservados.