A partir de sus propuestas agrestes, que incluyen la realización de ecoturismo, safaris fotográficos y observación de flora y fauna, el Bañado La Estrella representa una invitación para disfrutar de la naturaleza en estado puro, en una vasta extensión de unas 400 mil hectáreas de lagunas, palmares y “champales” (bosques inundados cubiertos por enredaderas).
El Bañado, segundo humedal más grande de Argentina después de los Esteros del Iberá, se origina por los periódicos desbordes del río Pilcomayo, que se producen, generalmente, de enero a marzo, cuando el agua llega a su máximo caudal por influencia de las lluvias andinas.
De abril a septiembre se considera una buena época para la navegación, mientras que de octubre a diciembre suele ser el período de mayor sequía, lo que permite recorrerlo en vehículos, a caballo o incluso a pie.
El principal acceso al Bañado La Estrella es Fortín La Soledad, un pequeño paraje situado a 65 kilómetros de la localidad formoseña de Las Lomitas, al que se llega por un camino de tierra (ruta provincial 32). Desde acá se pueden contratar excursiones como paseos en canoa o en lancha, cabalgatas y caminatas guiadas con pobladores locales y descubrir su maravillosa fauna de yacarés, carpinchos, boas curiyú, corzuelas y más de 300 especies de aves, entre las que se destaca el jabirú (la cigüeña más grande de América).
El lugar de más fácil acceso al Bañado La Estrella es El Vertedero, a 45 kilómetros de Las Lomitas, donde la ruta provincial 28 (asfaltada) atraviesa el humedal. Allí se construyó una obra hidrovial para el manejo del agua y es un gran sitio para ver todo tipo de aves o pescar.
Esta región permite, por un lado, transitar por senderos en los que se puede caminar en compañía de la comunidad pilagá (campo del cielo) y, por otro, estar en contacto directo con las tradiciones de diferentes pueblos y comunidades que viven en un entorno moldeado por el Pilcomayo.