El 26 de octubre de 2005, las Naciones Unidas refrendaron que el tercer domingo de noviembre de cada año se conmemorara el Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tráfico, una iniciativa que se ha convertido en un instrumento importante de los esfuerzos desplegados para reducir las consecuencias de los siniestros viales.
Por otra parte, la efeméride ofrece una oportunidad de crear conciencia en la opinión pública acerca de la escala de devastación económica que produce este tipo de accidentes, así como de reconocer el sufrimiento de las víctimas y la labor de los servicios de apoyo y rescate.
Este año, la recordación pone el acento en la reducción de la velocidad del tráfico para prevenir muertes y lesiones graves, en particular las de peatones y todos los demás usuarios vulnerables de la carretera: niños, ancianos y discapacitados.
Es que en gran parte del mundo el tráfico en las carreteras aumentó de forma considerable en los últimos años, pero la protección de los peatones no avanza al mismo ritmo. De ahí que varios países establecieron campañas centradas en brindar mayor poder a los transeúntes.
Un informe dado a conocer por la Organización Mundial de la Salud (OMS) subraya que más de la mitad de las muertes acontecidas en el planeta por accidentes de tránsito corresponden a peatones, ciclistas y motociclistas, los llamados “usuarios vulnerables de la vía pública”.
Otro estudio realizado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) señala que más del 90% de las defunciones debidas a colisiones causadas por el tránsito se registran en los países de ingresos bajos y medianos, y las tasas más elevadas se evidencian en África.
Incluso en los países de ingresos altos, las personas de nivel socioeconómico más bajo corren más riesgo de verse involucradas en estas colisiones, principal causa de mortalidad entre los niños y los jóvenes de 5 a 29 años.
La ONU también destaca que el enfoque de los sistemas de seguridad de una nación debe abogar por aplicar un sistema de transporte seguro para todos los usuarios de las vías de tráfico, teniendo en cuenta la vulnerabilidad de las personas a las lesiones graves causadas por el tránsito, y reconociendo que el sistema se debería concebir para tolerar el error humano.
Los elementos más importantes de este encuadre ponen el foco en las vías de transporte, la velocidad de circulación y la seguridad de los vehículos y los usuarios.
A manera de ejemplo, se destacó que cada aumento del 1% en la velocidad media da lugar a incrementos del 4% en el riesgo de que se produzca una colisión mortal y del 3% en el riesgo de colisión grave.
Asimismo, el riesgo de muerte para los peatones atropellados de manera frontal por un automóvil aumenta rápidamente (por ejemplo, si pasamos de 50 km/h a 65 km/h, se multiplica por 4,5 veces). En los impactos laterales entre automóviles que circulan a a 65 km/h, el riesgo de mortalidad para los ocupantes asciende al 85%.
El trabajo de la ONU resalta que si las normas de tránsito que regulan la conducción bajo los efectos del alcohol, el uso del cinturón de seguridad, los límites de velocidad, el empleo de cascos y los sistemas de sujeción para niños no se aplican, no se podrá lograr la reducción prevista de defunciones y traumatismos debidos al tránsito relacionados con comportamientos específicos.
Por consiguiente, si no se hacen cumplir las normas de tránsito, o si se percibe que no se hacen cumplir, es proba- ble que no se las respete y, consiguientemente, será muy poco factible que influyan en los comportamientos.
Estrellas Amarillas
Desde el 1 de abril de 2020 y a partir de una decisión de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), todos los centros emisores de la Licencia Nacional de Conducir incorporaron el símbolo de las Estrellas Amarillas a las señales incluidas en los manuales de estudio del curso teórico de educación vial.
De esta manera, la estrella amarilla que se coloca en las rutas y calles del país como emblema de atención y memoria de las víctimas en siniestros viales pasó a ser materia de estudio para los conductores que desean obtener por primera vez o renovar la Licencia Nacional de Conducir.
La iniciativa se centró en que quienes realicen el curso adquieran el conocimiento acerca del símbolo, su significado y alcance. Por otra parte, los carteles se instalan en los lugares donde ocurrió un siniestro vial que ocasionó una o varias muertes.
La finalidad de su presencia no solo es recordar a las víctimas viales, sino también llamar la atención de la peligrosidad de realizar un manejo imprudente, y de esta manera reducir la siniestralidad vial mediante la concientización.
Datos y cifras
• Cada año, las colisiones causadas por el tránsito causan la muerte de aproximadamente 1,3 millones de personas.
• Mediante una resolución, la Asamblea General de las Naciones Unidas fijó la ambiciosa meta, de aquí a 2030, de reducir a la mitad el número de defunciones y lesiones por estas colisiones en el mundo.
• Los accidentes de tránsito cuestan a la mayoría de los países el 3% de su Producto Bruto Interno (PBI).
• Más de la mitad de las defunciones por accidentes de tránsito afectan a “usuarios vulnerables de la vía pública”, es decir, peatones, ciclistas y motociclistas.
• A pesar de que los países de ingresos bajos y medianos tienen aproximadamente el 60% de los vehículos del mundo, se producen en ellos más del 93% de las defunciones relacionadas con accidentes de tránsito.
• Los traumatismos debidos al tránsito son la principal causa de mortalidad entre los niños y los jóvenes de 5 a 29 años.
Red Federal de Asistencia
La Red Federal de Asistencia a Víctimas y Familiares de Víctimas de Siniestros Viales acompaña y asesora de forma gratuita a las víctimas de los siniestros viales y sus familiares en las instancias posteriores a la emergencia.
La Red funciona como un nexo que organiza y administra los recursos existentes de la nación, provincias, municipios y organismos privados adheridos, para lograr una rápida y efectiva respuesta que ayude a mitigar los daños ocasionados por el siniestro vial.
Ofrece orientación jurídica (no patrocinio), psicológica, de salud post hospitalaria y en servicios sociales, con el objetivo de eliminar repetidas situaciones burocráticas que solo acrecientan el dolor.
Tras un acuerdo alcanzado con la Agencia Nacional de Seguridad Vial para habilitar una oficina a nivel local, el Municipio de Bahía Blanca se posicionó como el primero de la provincia de Buenos Aires en integrar la Red Federal.
El intendente Héctor Gay destacó que la iniciativa significa que “como comunidad enfrentamos esta problemática con respuestas concretas“.