El deseo de poder exhibir dientes blancos y relucientes es compartido por no pocas personas, aunque en algunos casos esta aspiración puede ocasionar problemas, especialmente cuando se llega a extremos.
Es que en su aspiración por conseguir una sonrisa perfecta, hay quienes no se conforman con los resultados de los tratamientos odontológicos ni con las recomendaciones de los profesionales, por lo que intentan por su cuenta lograr tonos de blanco aún más intensos, poniendo en riesgo su salud bucal mediante el uso de remedios caseros o productos recomendados por terceros.
Esta obsesión por tener los dientes cada vez más blancos es lo que se conoce como blancorexia, un trastorno que muchos atribuyen a lo que se percibe a través de las redes sociales, la publicidad y los nuevos cánones de belleza, y que sitúa generalmente una vara inalcanzable.
Quienes estudian el tema sostienen que someter los dientes a un exceso de agentes blanqueadores puede provocar daños en el esmalte, la dentina y la pulpa, e incluso derivar en necrosis del nervio, infecciones o pérdida de piezas dentales.
Asimismo, reconocen que muchas personas desconocen que, con el paso de lo años, es natural que los dientes adquieran un color más amarillento.
Por otra parte, el color de los dientes varía de persona en persona, por lo que no es el mismo para todos. Hay quienes los tienen más amarronados, otros amarillos en incluso grisáceos, por lo que no existe un color determinado o de base para un blanqueamiento.
Algunas características de las personas que padecen blancorexia suelen centrarse en tener expectativas poco realistas sobre la tonalidad que pueden alcanzar con los tratamientos de blanqueamiento dental, por lo que no suelen quedar satisfechos con los resultados; aplicar productos blanqueadores sin ningún tipo de control odontológico, o no respetar los lapsos entre sesiones.
En cuanto a cómo tratar con un paciente con expectativas irreales, los entendidos en la temática enfatizan que es de suma importancia conversar y conectar con él para conocer sus expectativas a la hora de realizar un tratamiento relacionado con la imagen y la estética.