Bronquiolitis: una enfermedad que es sinónimo de los meses más fríos

Ocasionada casi siempre por un virus, esta enfermedad comienza a manifestarse como un resfrío común, que evoluciona hasta que se presenta tos, sibilancia y, en ocasiones, dificultad para respirar. Los síntomas pueden prolongarse varios días y, en la mayoría de los casos, se puede tratar con cuidados domésticos.


La bronquiolitis es una infección respiratoria aguda que ocurre con mayor frecuencia en los meses en los que el frío recrudece y afecta sobre todo a los menores de 1 año. Puede ser causada por distintos virus, siendo el más común el Virus Sincicial Respiratorio (VSR).
Afecta las vías aéreas pequeñas (inflamación de los bronquiolos), provocando distintos grados de dificultad para respirar y manifestándose con agitación, tos, decaimiento y dificultad para alimentarse o dormir.
Al no existir tratamientos para el virus (no hay jarabes ni antibióticos) resulta fundamental controlar que el compromiso respiratorio no afecte la oxigenación normal. Asimismo, hay asegurarse de que el bebé pueda alimentarse e hidratarse lo suficientemente bien, pese a la dificultad respiratoria.
Los menores de 3 meses prematuros, y aquellos con problemas crónicos de salud (como las cardiopatías, las enfermedades pulmonares crónicas o el compromiso de la inmunidad) afrontan mayores riesgos de presentar afecciones graves.
En la actualidad se dispone de un anticuerpo especial (llamado Palivizumab) que se aplica durante los meses del invierno, para prevenir internaciones en los niños menores de 1 año que fueron prematuros de muy bajo peso al nacer y en aquellos con cardiopatías congénitas.


La mayoría de los niños y niñas con bronquiolitis se curan en aproximadamente al cabo de 2 semanas, En algunos casos pueden quedar con mayor sensibilidad bronquial durante un tiempo y ser propensos a cuadros recurrentes de dificultad respiratoria.


Si un bebé presenta uno o más de estos signos es posible que esté padeciendo un cuadro de bronquiolitis:
• Respiración muy rápida.
• Aletea la nariz.
• Se le hunde el pecho o las costillas al respirar.
• Se queja mientras respira.
• Entrecorta la alimentación o le cuesta prenderse al pecho.
• Esta irritable o le cuesta dormirse.
• Color azulado en la piel, las uñas o los labios debido a la falta de oxígeno (cianosis). En este caso necesita urgente tratamiento médico.

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Modificado por última vez en Lunes, 31 Julio 2023 13:47

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