Plantearse la necesidad de tener un hijo es un tema que involucra estrictamente a una pareja, aunque  para algunas personas pareciera que no fuera solo una cuestión de índole personal.
Por eso suelen apelar a interrogantes como ¿y para cuándo el bebé? o ¿están buscando?, más allá de conocer mucho o poco a las personas consultadas y dando por hecho que desean o pueden ser padres.
Claro está que la decisión de ser padres implica la consideración de una variedad de factores y un cuidadoso análisis acerca de temas no menores como la relación de la pareja, el dinero, la educación y el bienestar del bebé, el trabajo, los objetivos y las propias creencias personales.
En este contexto y si bien cada situación es diferente, también habría lugar para algunas preguntas que podrían plantearse en pareja a la hora de pensar en tener un hijo:
• ¿Es el momento adecuado para agrandar la familia?
• ¿Estamos preparados para ser totalmente responsables de las necesidades que requiere un hijo?
• ¿Podremos criarlo en un hogar amoroso y sano?
•¿Tenemos los recursos eco nómicos para hacerlo?
• ¿Contaremos con apoyo familiar?
• ¿Que significará para nuestro futuro tener un bebé ahora y de qué manera afectará a la familia o a otros hijos?
• ¿Sentimos presiones para que nos decidamos tener un hijo?
• ¿Estamos preparados para afrontar el embarazo y el nacimiento?
A pesar de que criar a un hijo es un trabajo difícil y un enorme desafío, también representa un motivo de gran disfrute, estimulante y altamente gratificante. El amor que los padres comparten con sus hijos es en verdad satisfactorio, más allá de que un nacimiento implica dormir algunas horas menos, dejar de lado ciertas cosas o no tener el tiempo suficiente para hacerlas.

Frente a tantas alternativas para considerar es totalmente normal tener sentimientos y pensamientos diferentes acerca de tomar la decisión de tener un hijo. Por eso es importante plantearlo en pareja y escoger el momento adecuado para cristalizarlo.