Estudiante de la carrera de Diseño Gráfico y con un gran futuro por delante, Martina Andriano no puede salir de su asombro, tras alcanzar reconocimiento internacional por su reciente trabajo ligado al automovilismo.
Oriunda de Rosario y con apenas 22 años, fue la encargada del diseño estético de los monoplazas con los que la afamada escudería Red Bull disputó el Gran Premio de Miami de Fórmula 1.
Martina cuenta que en febrero pasado se enteró del concurso “Make your Mark”, organizado por la  empresa austríaca para realizar el diseño 2023, y no dudó.
 “Esto es lo que quiero hacer algún día. No puedo perder la oportunidad”, se dijo a sí misma, y puso manos a la obra.
De todas maneras y más allá de su optimismo, reconoce que jamás pensó que su diseño para los RB19 que conducen el bicampeón mundial Max Verstappen y el mexicano Sergio “Checo” Pérez sería el elegido por el jurado presidido por Christian Horner, jefe de equipo y CEO de Red Bull, que también incluyó representantes de las empresas patrocinantes Oracle, Bybit y Mobil 1.
“A mitad de marzo me llegó un mail de una persona vinculada a Red Bull diciéndome que mi trabajo había quedado entre los mejores y que querían tener una entrevista conmigo. Y en esa oportunidad, que fue una semana después, me dijeron que en realidad ya había ganado”, relata Martina.
La elección resultó una auténtica sorpresa, tanto para ella como para su familia. Es que todo sucedió rápidamente, como su vínculo con el automovilismo, que nació en 2021, cuando buscando un juego para la Play encontró uno de la Fórmula 1 que le despertó mucha curiosidad. Fue entonces cuando decidió ver una carrera y quedó totalmente fascinada.

Una experiencia única

-¿En qué te inspiraste para el diseño?
-Lo primero que pensé fue qué quería representar, es decir, cómo sería el entorno y cómo es el auto: a través de su rapidez, cómo se mueve, cómo fluye el aire... Ahí me dije: “Tengo que representar a Miami y a la carrera”. Y después fue jugar un poco con diferentes cosas. Primero hice un diseño que no me gustó, así que lo borré, empecé de nuevo y mandé el que finalmente resultó premiado.
-¿Los colores tienen alguna explicación?
-Sí. El año pasado fue la primera vez que se hizo la carrera en Miami y los colores que se usaron para todas las promociones fueron el celeste, el rosa y el lila, así que como símbolo de la competencia teníamos que utilizar esos colores. Después me enteré que tienen mucho que ver con el juego que se hizo basado en la serie “Miami Vice”. La verdad quedó perfecto.
Martina dice que el trabajo que demanda un diseño de esta naturaleza depende de la inspiración y del tiempo que haya para pensar y ejecutar. En esta ocasión lo resolvió bastante rápido para ganar el concurso y ser invitada a la presentación, otra gran sorpresa.
“No tengo palabras para explicar los sentimientos que me generó todo lo que experimenté”, asegura la diseñadora, que pudo viajar a los Estadios Unidos y vivir una experiencia increíble, al presenciar la carrera desde adentro e interactuar con los integrantes del equipo.
-¿Sentiste aceptación en un entorno que suele ser bastante masculino?
-Sí, estuvo todo más que bien, porque me trataron genial. Todo el tiempo me hicieron el aguante y estuvieron pendientes de que mantuviera la tranquili- dad. En verdad, me apoyaron muchísimo.
Y entre tantas sorpresas, también recibió devoluciones que la dejaron boquiabierta.
“Daniel Ricciardo, por entonces piloto reserva de Red Bull y recientemente contratado por la escudería Alpha Tauri, reconoció que el trabajo estaba muy bueno y me felicitó un montón. Después me crucé con (la cantante y compositora) María Becerra, quien me dijo que el diseño era muy lindo y que estaba muy orgullosa de que fuera argentina”, resalta.
Para Martina, “representar a nuestro país en el exterior fue muy especial, y ser parte de la trascendencia deportiva que tienen nuestros logros últimamente me hace muy feliz”.
Ahora su deseo es terminar la carrera y después espera poder seguir trabajando para Red Bull y estar en la Fórmula 1. Paralelamente es consciente que la profesión que eligió se puede desarrollar desde cualquier parte del mundo y le entusiasma la idea de vivir en diferentes lugares.
Para ella, lo más importante en el diseño es la creatividad. “Hay que abrir la cabeza y permitirse hacer cosas nuevas, aunque a veces el ámbito académico te limite”, asegura.
Finalmente, afirma que la clave es animarse y liberar los sentimientos. “A la gente que quiera participar en un concurso así le diría que se la juegue. Por ahí uno piensa que no puede lograrlo y realmente la vida te sorprende. En mi caso es la primera vez que hago algo así y ¡salió bien!”.