Llevar a cabo alguna actividad física de manera grupal puede significar una experiencia transformadora, especialmente si se elige correr.
Sumarse a un grupo de corredores, muy en boga en estados días, además de deparar beneficios sanitarios y emocionales, no requiere una gran preparación previa ni mucho tiempo de práctica, aunque sí es aconsejable una equiparación de nivel para que todo resulte más placentero.
Correr en grupo no significa bajar el rendimiento o hacerlo de manera menos intensa, siempre y cuando se tengan objetivos y metas similares entre los componentes. Por tal motivo, si se cuenta con un entrenador la práctica estará mejor orientada, porque de esta manera la actividad estará siempre controlada.
En muchas ocasiones, uno de los motivos por los que los corredores eligen sumarse a un grupo es para aumentar la productividad. En estos casos, los entrenadores aseguran que el espíritu competitivo se incrementa y al hacerlo con otras personas se acentúa la motivación para lograr metas grupales y, por qué no, superar las personales.
Por otra parte, integrar un grupo puede marcar nuevas alternativas que contribuyan a mejorar la condición física y a fortalecer vínculos de compañerismo o amistad. Estas pruebas grupales también representan un desafío personal, porque elevan y mejoran la técnica individual.
Más allá de lo expuesto, y de lo beneficios que puede deparar el hecho de compartir experiencias y métodos de entrenamiento con otras personas que disfrutan de realizar una actividad física, integrar un grupo no necesariamente implica renunciar a hacerlo en forma solitaria, una modalidad que también resulta gratificante.
La mayoría de los grupos de corredores suelen entrenar entre una o dos veces por semana, por lo que el resto de días, muchos de los integrantes mantienen su entrenamiento de manera solitaria.

Otros beneficios

Cuando se acepta el compromiso de integrar un grupo, de alguna manera se asume la responsabilidad de asistir, por lo que para aquellos que comienzan a dar vueltas cuando se aproxima la hora de entrenar, esta es una buena oportunidad para priorizar el bienestar por sobre las postergaciones.
Otro de los factores que muchos corredores mencionan como beneficio de hacerlo en compañía es la seguridad que les representa, por la tranquilidad que implica que ante cualquier percance habrá alguien cercano dispuesto a tender una mano solidaria.
Compartir un momento placentero siempre constituye un hecho positivo, especialmente si entre semana no siempre se dispone del tiempo deseado para estar con amigos o personas afines. En este contexto, entrenar en grupo puede representar una motivación más, ya que se une la pasión de desarrollar una actividad física con la oportunidad de establecer lazos de amistad.
Realizar una práctica deportiva en forma grupal también conlleva intercambiar conocimientos, experiencias y anécdotas, favoreciendo la inclusión y la ayuda mutua para afrontar los retos con otra determinación.