Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) las legumbres constituyen un alimento esencial para el organismo gracias a sus beneficios nutricionales y, por tal razón, poco a poco van ganando lugar en la cocina y en la mesa de los argentinos.
Más allá de esto, los nutricionistas resaltan que el consumo de legumbres en nuestro país todavía resulta insuficiente, ya que debiera alcanzarse una frecuencia de 3-4 raciones semanales durante todo el año.
Frente a esta realidad, las legumbres ya cocidas en conserva (que representan aproximadamente la mitad del consumo) son un aliado crucial, sobre todo para quienes no tienen demasiado tiempo para dedicarle a la cocina.
En tal sentido, una lata de alguna legumbre es un ejemplo de buen procesado industrial, a partir de ser un producto práctico, barato, duradero y que nos permite resolver una comida con un alimento de buena calidad que contiene la principal fuente de proteína vegetal existente.
Las legumbres de grano, como las lentejas, los porotos o los garbanzos presentan un buen contenido en proteínas (20-30 %) y un alto contenido en hidratos de carbono (30-60 %) sobre todo complejos, aportando además fibra dietética, minerales y vitaminas.
En todas sus variedades y posibilidades de preparación, las legumbres son aptas para cualquier ingesta del día, y también representan un factor clave para modular adecuadamente el resto de nutrientes que incluyamos para conseguir una dieta equilibrada.
Por sus componentes bioactivos también destacan sus efectos potencialmente beneficiosos en la prevención y el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares y la diabetes, en tanto que su bajo índice glicémico, así como la ausencia de colesterol y de gluten, las convierte en una opción muy adecuada (y económica) para personas con problemas circulatorios y con celiaquía o intolerancia al gluten.
Valiosas propiedades
Entre otras propiedades que las convierten en un poderoso alimento que protege nuestra salud está la de mejorar el tránsito intestinal evitando el estreñimiento, disminuir el riesgo de padecer diversos tipos de cáncer, evitar que se eleve bruscamente el azúcar en la sangre y ayudar a disminuir el colesterol.
A manera de sugerencia para poder sumar en la alimentación diaria más legumbres es recomendable preparar sopas, guisos y estofados que las contengan; usar puré de porotos como base para salsas y pastas para untar; agregar garbanzos o porotos negros a las ensaladas; añadir porotos cocidos en albóndigas o hamburguesas y comer como tentempié un puñado de granos de soja en lugar de papas fritas o galletitas.
Aunque habitualmente se lo confunda con un fruto seco, el maní es una legumbre oleosa que aporta grasas saludables y proteínas en abundancia con poca proporción de hidratos.
De tal manera, constituyen una fuente de grasas saludables para el organismo que pueden ayudar a prevenir enfermedades metabólicas, aportar mucha fibra y alrededor de un 30% de proteínas, por lo que sacian con facilidad.