Al compás de la música y los jingles publicitarios

By Familia Cooperativa Noviembre 27, 2024 22 0
Recordado por sus décadas como guitarrista y vocalista del Grupo Universitario, Daniel Arrúa aún sigue desplegando su arte con los comerciales que graba en su estudio bahiense del barrio Villa Mitre. Según su parecer, la constancia es la clave del éxito.


Soy un apasionado de la música, porque a través de ella podés llorar o saltar de alegría. Transitás por distintos estados y eso es lo que me gusta”, sostiene Daniel Arrúa, músico y guitarrista, exintegrante del recordado Grupo Universitario de Bahía Blanca.
Alejado de los escenarios desde la pandemia, nunca dejó de trabajar: lleva más de 3 décadas haciendo jingles publicitarios, grabaciones de 20 o 30 segundos que resumen el contenido que quiere transmitir una acción comercial.
Cuenta que, además de haber trabajado en el exterior, en Bahía Blanca hizo jingles para casi todos los rubros: farmacias, radios, concesionarias, comercios de todo tipo, incluida la Cooperativa Obrera. En total, llevaba grabados más de 2.200.
-¿Cuál es el que la gente más recuerda?
-El que cantaban todos era el de FM2, que decía: “FM2, mi nombre es la ciudad...”. Le hice jingles a casi todas las radios, lógicamente con distintas voces. La mayoría los hizo Itatí Rial (exvocalista del Grupo Universitario).
-¿Qué es lo más importante en este proceso creativo?
-Precisamente la creatividad, que te baje la musa. Me inspiro en el nombre y voy a la fuente, al local, lo recorro, miro qué es lo que más me llama la atención. Y lógicamente también tengo que ver la dirección, para que rime con lo que voy a cantar.
Los jingles los toca con un teclado vía USB, que maneja con la computadora, y utiliza sus dos guitarras: una acústica y una eléctrica. Algunos los canta él y para otros contrata distintas voces. Admite que le encanta la variedad de estilos.
Según cuenta, gran parte de todo este trabajo lo realizó a la par de su trayectoria musical, que comenzó con apenas 9 años, ganando el concurso de televisión “Hoy actúa usted”, que se transmitía por Canal 9, en dúplex con LU2.
“A los 11 tenía mi primera banda, que se llamaba Cinta Aisladora. Después pasé por otras, como Terrón de Azúcar y Satwa, que hacía rock sinfónico. Fue el primer grupo bahiense en grabar un LP (long play) y en ser contratado por una empresa de Buenos Aires. Eso duró 2 o 3 años”, detalla.
Y finalmente llegó el Grupo Universitario, donde estuvo casi cuatro décadas y fue guitarrista y vocalista. Incluso vivió 2 años en Europa gracias a un contrato que firmaron con una agencia austríaca.
“Recorrimos 9 países, desde Italia hasta Finlandia. Una experiencia hermosa. Teníamos contrato por 5 años más, pero extrañábamos mucho y nos volvimos. Acá hicimos 2 teatros Don Bosco a pleno. Fue entonces cuando me dediqué exclusivamente al Grupo y a los jingles”, señala.
Gracias a la banda, remarca, tuvo contacto con el 80% de los artistas argentinos en festivales y shows. Coincidió con Mariano Mores, Rafaela Carrá, Sandro, Los Fabulosos Cadillacs, Los Pericos y Alejandro Lerner, entre muchos otros.
-¿Qué música escuchás?
-A nivel nacional me encanta Divididos. Yo soy más rocker, crecí escuchando a los Beatles, Pink Floyd, Génesis, ese tipo de música. Después aparecieron bandas como Roxette, un muy buen dúo que le dio valor agregado a las melodías. Y acá en Argentina, Celeste Carballo, Alejandro Lerner, que no vendieron el alma y siguen con su estilo. También me gusta la música clásica y ahora estoy escuchando mucho a Dimash, un cantante de Kazajistán, el mejor de mi historia, no digo de la historia porque los demás tendrán otros… Pero de la mía sí, tiene unos graves increíbles y unos agudos impresionantes.
-¿Y de Bahía?
-Me gusta mucho Eidyllion y me encanta también lo que hace Luceros. Después sigo a Alejandro La Cruz, que tiene una banda tributo a Miguel Mateos. Se llama Miguelones y está buenísima.
Fuera de la música, destaca que también se codeó con grandes figuras. Entre ellas, el que más lo impactó fue Diego Armando Maradona.
“Un ser humano que con nosotros fue tremendo, muy cariñoso. Un tipo al que tenía como ídolo antes de conocerlo y después terminó siendo dos veces ídolo. Nos fue a ver cuando estábamos tocando en Mar del Plata, en Chocolate. Se apareció a festejar el cumpleaños de Claudia con nosotros y después nos quedamos comiendo pizza. ¡Un tipo increíble!”, subraya.

Exigencias y modas

Hoy ya no se sube al escenario. Tras contagiarse de coronavirus en plena pandemia decidió dejar la banda, aunque sigue haciendo música para él e improvisando con sus amigos.
“El vivo no lo extraño tanto porque estábamos haciendo una música que no me llegaba tanto. A mí me gusta más la música de los 60, los 70, los 80, los 90. Nosotros hacíamos temas de Roxette, Pink Floyd, Phil Collins, y de golpe saltar con cumbia, reggaetón, no era lo mismo, pero la gente lo pedía…”, confiesa.
-¿Qué pensás del público bahiense al que suelen calificar como apático?
-Eso es un mito. El público bahiense no es apático, es exigente. Si viene alguien que hace las cosas muy bien, se va a sentir genial; pero si viene un medio pelo va a decir que el público es riguroso porque él no cumplió con las expectativas. Yo creo que el público local es justo y sabe valorar lo que está bien hecho. Lógicamente que también está contagiado con las modas...
Daniel nació en Punta Alta, pero se considera bahiense. Es que cuando tenía un año su familia se mudó a Bahía Blanca, una ciudad que le encanta y en la que se siente reconocido a pesar del paso de los años. De hecho, cuenta que hace poco fue a un recital y lo saludaron como si fuera una “leyenda viviente”.
Esa pasión también la comparte con sus tres hijos, “porque pese a que ninguno se dedicó a la música, les encanta”. Jesús, el mayor, es fanático de Los Redondos; Yésica canta en una iglesia, y Axel, el menor, escucha de todo y “tiene muy buen gusto musical, y siempre me hace recomendaciones”.
-¿Cuál es el mayor aprendizaje que has logrado en todos estos años?
-Que hay que ser constante, no bajar los brazos. Si te ponés una meta tratá de llegar, siempre por las buenas, que así es como se logran las cosas, porque si hacés bien las cosas, contagiás. Energía negativa atrae energía negativa y la positiva atrae lo mejor, yo aprendí eso. Hay que ser buena persona, cumplir, ser respetuoso y no mentir.
Y así también llegan los aplausos. “Es lo más gratificante, porque quiere decir que algo hiciste bien. Te sentís reconfortado y con ganas de seguir, de mejorar y de invertir, porque hay que gastar mucho dinero. Algunos dicen ‘este se gana la vida fácil’ y no reparan en el valor en dólares de la mayoría de las cosas. No es soplar y hacer botellas. Esta profesión requiere trabajo en equipo y muchas horas de ensayo, el aspecto más importante de un grupo, porque es donde madura el fruto que después se recoge.

Contacto
Para contratar sus servicios, pueden escribirle por Facebook e Instagram: su usuario es Daniel Arrúa. También es factible contactarlo al teléfono 2915206039.

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Modificado por última vez en Miércoles, 27 Noviembre 2024 08:19

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