A lo largo de su historia, que comprende tres siglos diferentes, la institución le permitió el acceso a la lectura a distintas generaciones”, destaca la abogada Marina Emilia Villa- nueva, quien comenzó su ligazón en 1971 con la Biblioteca Popular Sarmiento de Tres Arroyos y, desde entonces, colaboró ocupando desde distintos cargos.
Hoy es la tesorera de la entidad fundada el 15 de enero de 1899, que cuenta con más de 50.000 ejemplares y ha recibido a través de los años la visita de notables exponentes de la cultura, en todas sus disciplinas, como los escritores Jorge Luis Borges, María Angélica Bosco, Ema Wolf, José Ignacio García Hamilton y Mariano Grondona; el escultor José Fioravanti; el pintor Benito Quinquela Martín, y los músicos Argentino Valle y Astor Piazzolla, entre otros.
-¿Qué cambios ha notado en la biblioteca con el transcurrir del tiempo?
-Muchos, especialmente con los chicos que ya no consultan, salvo la hemeroteca, que es muy importante en toda la zona para realizar investigaciones. En la actualidad, el mayor interés lo despiertan las novelas, los libros muy anti-guos y sobre todo los periódicos que ya no existen. En tal sentido tenemos, por ejemplo, la colección del diario La Nación desde 1917 y también la de la revista Caras y Caretas.
Mariana subraya que “más allá de su misión literaria, la biblioteca es un centro cultural, y en este año especial tendrá múltiples actividades.
Como el aniversario coincide con los 125 años del nacimiento de Borges, se realizarán encuentros borgeanos. También se desarrollará la tradicional Feria del Libro y se llevarán a cabo milongas, talleres, exposición de fotos antiguas y un homenaje a doña Paula Albarracín, madre de Domingo Faustino Sarmiento”.
El programa previsto también contempla erigir un monumento al libro, que sería el primero en el país; un desfile de ropa de época para reunir fondos, un torneo de canasta y una cena donde los platos tendrán los nombres de libros y las mesas serán denominadas con autores.
“Será una gran oportunidad para visibilizar la importancia de la labor desarrollada, en un contexto económico complejo”, añade.
Subsistir, una difícil misión
Según cuenta Marina, lo recaudado con la cuota mensual de 1.500 pesos que abonan los 350 socios no alcanza para mantener la biblioteca, así como los 2 millones de pesos que recibe la institución desde el Municipio, la Provincia y la Nación, que resultan insuficientes para paliar un déficit mensual que oscila en 1.700.000 pesos.
“Por esa razón tenemos que hacer de todo, desde ferias en los baúles de los autos, donde la gente nos paga por estacionar y nos deja un porcentaje de lo que vende, hasta mercado de pulgas, milongas, torneos de truco y ventas de libros usados, porque queremos que los ejemplares salgan a la calle y no queden arrinconados... Hacemos todo lo que podemos para mantener la biblioteca y aún así vivimos angustiados por distintos gastos que debemos afrontar”, señala.
Pese a todo, la institución sigue en pie, a partir del trabajo que realizan un bibliotecario, un asistente técnico contrata- do por la Municipalidad y personal de mantenimiento, a los que se suma la ayuda de los voluntarios.
Por otra parte, las iniciativas se multiplican, como el concurso nacional de Cuento Breve, realizado en conjunto con el diario La voz del Pueblo; y el certamen de Microrrelatos por Whatsapp, “una iniciativa muy novedosa, que terminamos en una feria de sueños que hicimos en la plaza, tirando por el balcón los microrrelatos para que la gente los juntara”.
-¿Cuál es tu mejor recuerdo en un lugar con tanta historia?
-Creo que mi amor por este sitio lo impulsó la bibliotecaria Angélica Sierra, cuando era chiquita y me hice socia. Ella me hacía pasar al depósito para que buscara personalmente los libros. Estar en el corazón de la biblioteca, con todos los ejemplares a disposición, me despertó un increíble cariño.
“Ahora todo es digital, pero en aquella época con mi escasa estatura tenía que revolver el fichero, encontrar el libro, saber dónde estaba e ir a buscarlo. Fue un buen sistema de esa señora, que a mí me dejó pegada a la biblioteca para siempre”.
Hoy la entidad cuenta con una sala infantil, otra de lectura para estudiantes, una hemeroteca, un salón de actos con capacidad para 200 personas, espacios dedicados a la literatura y la realización de conferencias, y un fogón que se utiliza para reuniones y talleres.
Para Marina, todo el material que contiene constituye un auténtico tesoro así como su rica historia, plasmada en los “Libros de Oro”, donde quedaron registradas las firmas de personalidades destacadas que pasaron por el lugar.
“A las generaciones más jóvenes les pido que cuiden la biblioteca, porque tiene un contenido muy valioso que no puede perderse. A este lugar hay que respetarlo y preservarlo, tomando conciencia de lo que implica”, subraya.
-¿Qué tan importante es una biblioteca para una comunidad?
-Es un centro por excelencia de cultura, donde la comunidad tiene la posibilidad de nutrirse, leer, aprender, escuchar...
En nuestro caso brindamos exposiciones de cuadros, talle-res de pintura, de tecnología, de escritura, y hasta de cocina. ¿Qué más se puede pedir? Este es un lugar que vivifica.
Contacto:
• La biblioteca funciona en Moreno 334, de lunes a viernes de 9 a 12.30 y de 16 a 18.30. Los sábados abre de mañana.
• Su página de Facebook es “Biblioteca Sarmiento Tres Arroyos”.