El 2 de octubre de 1924, ante más de treinta mil personas que colmaron el viejo estadio de Sportivo Barracas, Cesáreo Onzari, volante izquierdo de Huracán, se convirtió en el primer jugador en marcar un gol desde el córner.
Este tanto tuvo lugar en el marco del partido amistoso que la selección Argentina jugó contra Uruguay, por entonces reciente ganador de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París.
El partido debía jugarse el domingo 28 de septiembre, pero apenas se pudieron disputar cinco minutos, en razón de la excesiva cantidad de gente que entró al estadio hizo imposible llevar adelante el encuentro.
Según fuentes de la época, como el diario La Nación, en aquella oportunidad ingresaron más de 50 mil personas a un recinto que albergaba 37 mil. El partido, entonces, se debió suspender y fue pospuesto para cuatro días después.
Ese histórico jueves 2 de octubre nacieron varios motes que siguen existiendo al día de hoy. Para evitar ingresos al campo, se dispuso un alambrado que bordeaba toda la cancha que los años le darían el nombre de “olímpico”.
Además, la selección uruguaya dio una vuelta alrededor del campo para saludar al público antes de empezar el partido, recibiendo el aplauso de los argentinos. Este gesto, que también lo habían tenido tras ganar la medalla de oro, fue bautizado eses mismo día como “vuelta olímpica”.
En este contexto, resultaba inevitable que el inédito gol que había convertido Onzari tuviera el mote de “gol olímpico”. Un detalle que vuelve más curioso este gol viene es que la FIFA había aprobado los tantos desde el córner hacía apenas una semana.
Y por si faltara algo más para esa histórica jornada, Horacio Martínez Seeber, como relator y Atilio Cassime, como comentarista, trabajando para LOR Radio Argentina, transmitieron por primera vez en forma radial un partido de fútbol.
La selección albiceleste se impuso por 2-1, con el mencionado gol de Onzari y el del triunfo marcado por Tarasconi, en tanto que Pedro Cea había empatado transitoriamente para el equipo charrúa.
Un siglo después
A exactamente 100 años de aquel encuentro, se llevó a cabo una conmemoración en el barrio de Barracas, en la zona donde estuvo emplazado el estadio de Sportivo Barracas, que contuvo su último encuentro el 11 de diciembre de 1937 y fue demolido en 1942.
La celebración, denominada “Festigol olímpico”, se desarrolló en las calles Iriarte y Rio Limay y entre las actividades referidas al partido se realizó una excavación arqueológica, llevada a cabo por integrantes de la Cooperativa Arqueoterra.
La curiosa iniciativa se extendió hasta el patio de una vecina del barrio de Barracas, Guadalupe Vázquez, donde de acuerdo con los cálculos que hicieron los arqueólogos, estaba ubicado uno de los corners de la cancha. No el del gol de Onzari, sino el opuesto.
Lo verdaderamente destacable fue recordar cómo se vivió en la época aquella proeza deportiva, un hecho social que movilizó a miles y miles de personas.