Los comentarios agresivos y las divisiones en las redes sociales parecieran conformar una realidad que en estos días va en aumento.
El anonimato es la primera puerta abierta que encuentra una persona que hace uso de las nuevas tecnologías para romper inhibiciones, ya que la mayoría de las redes sociales (a pesar de tener sus filtros de seguridad) son vulnerables a la falsificación de perfiles con los que el individuo puede liberar cargas emocionales en contra de otros, sintiéndose “seguro” de no ser descubierto o identificado de manera real.
Estar detrás de una pantalla también puede representar que no habrá consecuencias de emitir comentarios agresivos al no tener un contacto real con los demás o al no ser un perfil “real”, pero también puede deberse al grado de satisfacción debido a una posible personalidad perversa que se sentiría satisfecha frente a la humillación del semejante.
Por otra parte, existen personas adictas a las redes sociales que desligan totalmente su proyección a futuro en las áreas individuales, académicas y laborales debido a la necesidad tanto de la inmersión en la red social misma como de suplir carencias reales en personajes y círculos “virtuales” llenando de esta manera sus diferentes vacíos emocionales.
A fin de mitigar comportamientos inadecuados es bueno que el tema sea tratado tanto en el ámbito escolar como en la dinámica familiar. En tal sentido, dependiendo de las situaciones en las que se desarrolle el comportamiento, lo más aconsejable frente a una situación de agresividad es:
1. No tomar los comentarios a manera personal.
2. No desgastarse respondiendo lo que no tiene sentido.
3. Recordar que, en caso de acoso, pueden bloquearse los usuarios que se desee y reforzar la seguridad del perfil.
4. Como se dice popularmente, no hay que preocuparse sino ocuparse.
5. Por último tener siempre presente que para discutir se necesitan dos personas, así se trate de redes sociales.

#AlHaterNiCabida

Unicef Argentina y la cadena de televisión abierta Telefé lanzaron la campaña #AlHaterNiCabida, con la intención de poner un freno a los discursos de odio que circulan en el mundo en las redes sociales, empoderar a las y los adolescentes con herramientas para desestimarlos y sensibilizar a la sociedad para evitar y no amplificar estos mensajes.
En la actualidad se denomina haters a las personas que utilizan Internet y las redes sociales para atacar, burlarse o tratar de generar un impacto negativo en la persona que eligen como víctima. Estos comentarios hirientes pueden hacerse en persona o en el mundo cibernético, por medio mensajes de texto y aplicaciones.
Los haters suelen ser anónimos (especialmente en Internet), pero también pueden ser conocidos, compañeros o personas que una vez fueron amigos. A menudo, los comentarios y comportamientos se repiten con el tiempo.
Los discursos de odio son expresiones que generan un clima de intolerancia que promueve la discriminación, la hostilidad y la violencia. Es importante recordar los derechos esenciales para las infancias y las adolescencias a una vida libre de violencia, acoso y abuso, al derecho al uso de Internet, a relacionarse con pares y al derecho a la información.
Una encuesta realizada por Unicef Argentina y el Observatorio de la Discriminación en Internet acerca del impacto del Covid-19 en niños, niños y adolescentes, publicado en febrero de este año, destacó que con el inicio de la pandemia se incrementó en un 61 % sobre las tasas de uso normales la participación de la mencionada franja etaria en el mundo digital y las redes sociales.

Esa mayor cantidad de tiempo en la red trajo aparejada una gran exposición a discursos de odio. En tal sentido, el 13% de los adolescentes dijo haber experimentado situaciones de violencia o haber estado expuesto a publicaciones violentas en redes sociales o en Internet.

Paralelamente se resaltó que, desde octubre de 2020, se observa un crecimiento de situaciones de exposición de adolescentes a discriminación o maltrato, cyberbullying, situaciones de violencia o pornografía en Internet.
Sobre casi 800 jóvenes consultados, estos fueron algunos datos que arrojó la encuesta realizada:
• El 70% cree que aumentaron las actitudes de odio en las plataformas digitales.
• 9 de cada 10 ha sido testigo de un ataque hacia una persona o grupo.
• El 44% ha sufrido agresiones por parte de haters. 
• Los discursos de odio se concentran principalmente en Twitter (52%) e Instagram (21%).
• Casi uno de cada dos encuestados afirmó que la comunidad homosexual es el colectivo más atacado por los y las haters.
• Únicamente el 26% conoce alguna herramienta para lidiar con casos de haters.
• Cerca de 3 de cada 10 adolescentes reconoce haber tenido alguna actitud hater en redes sociales, ya sea publicando, respondiendo un comentario o difundiendo una agresión.