En lo que va de la pandemia quedó demostrado que junto con la higiene de manos, la adecuada ventilación y las distancias de seguridad, el uso del barbijo ha contribuido a reducir notablemente las probabilidades de contagio.
Paralelamente a su utilización, también nos acostumbramos a que las mascarillas reducen la claridad y proyección de la voz, y disminuyen su volumen, poniendo además en evidencia los problemas auditivos que aquejan a una parte de la población.
Un reciente estudio publicado en septiembre de 2021 en los Estados Unidos concluye que los barbijos disminuyen de forma significativa el reconocimiento de las palabras, especialmente en pacientes con pérdida auditiva y más aún con las mascarillas qu brindan la más alta protección.
Se estima que en todo el planeta hay aproximadamente 500 millones de personas que sufren pérdida auditiva. Si bien la mayoría son adultos de más de 50 años, el problema también afecta a los jóvenes, ya que alrededor del 8 % alcanza a menores de 18 años.
En este último caso, el ruido y el uso de auriculares a un volumen superior al recomendado tienen una enorme influencia. Tanta que, según los expertos, si no se toman las medidas adecuadas, en 2050 más de mil millones de personas podrían padecer problemas serios de audición.
Por otra parte, en el caso de los adultos mayores, más allá de que resulte más habitual este problema de salud igualmente puede afectar a su estado de ánimo.
Aunque la pérdida de audición suele ser progresiva, siempre es importante consultar al médico especialista en cuanto se detecta. Esto permitirá ralentizar su avance, buscar soluciones para mejorar la calidad auditiva y evitar situaciones de aislamiento y decaimiento.

Asimismo, es fundamental explicárselo a los demás, porque de tal manera será más fácil pedir que nos repitan una frase y solicitar ayuda.