El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición del neurodesarrollo que comienza en la niñez y dura toda la vida. Según la Sociedad Argentina de Pediatría, se estima que afecta entre el 1 y el 2% de la población de nuestro país.
En la denominación se habla de “espectro” porque los síntomas pueden variar de leves a muy severos y porque “no hay dos personas con autismo iguales”.
La mayoría de quienes padecen este trastorno tienen hipersensibilidad a los ruidos ambientales, música, olores, luces altas y aglomeraciones de gente. “Cuando están con demasiados estímulos se pueden desregular, por lo que se ponen ansiosos y molestos”, explica María Lidia Niello, directora de la Asociación Argentina de Padres de Autistas (APAdeA) de Bahía Blanca.
Atendiendo a las necesidades de las personas con TEA, La Coope decidió aplicar tiempo atrás el programa “La hora silenciosa”.
La implementación de esta iniciativa comenzó en diciembre de 2022 en respuesta a ordenanzas municipales puntuales y continuó hasta julio de 2023 momento en el que, por definición propia de la organización, se extendió a todos los locales, posibilitando que las personas con TEA de todas las localidades en las que La Coope está presente tengan acceso a una experiencia más cómoda para realizar sus compras.
Los supermercados son ambientes sobrecargados de estímulos, con luces, sonidos, olores, imágenes y tránsito de personas. Quienes presentan TEA sufren la abundancia de este tipo de estímulos, estando expuestos a lo que se conoce como sobrecarga sensorial.
La hora silenciosa busca colaborar con personas con esa condición en la adquisición del manejo de su autonomía personal y favorecer su participación activa en la sociedad, por ello la Cooperativa Obrera, en determinados días y horarios, ajusta su funcionamiento disminuyendo estos estímulos en sus locales.
En tal sentido, las medidas que se toman son:
• Bajar entre un 20% y 30% el total de las luces del salón de venta (apagándolas o reduciendo su intensidad).
• Reducir la intensidad de los sonidos, apagando la música funcional, los televisores de Coope Hogar, evitando utilizar altavoces de cajas (salvo para comunicaciones de emergencia), y dejando al mínimo el sonido de los scanners de las cajas.
Paralelamente, desde el área de Capacitación de la Gerencia de Recursos Humanos se brindaron cursos para el personal de contacto, en base a las siguientes premisas para la atención de personas con TEA:
• Ser claros, directos y no dar rodeos al expresarse.
• Usar frases cortas y sencillas.
• En caso de ser necesario utilizar gestos para explicar lo que se pretende decir.
“Más allá de que no todas las personas con TEA tienen las mismas necesidades y desafíos, encuentro en la hora silenciosa dos aspectos positivos a resaltar: por un lado, los padres pueden organizar las compras y enseñarle al hijo/a cómo actuar y, por otra parte, visibiliza el tema, instaurando una necesidad que no toda la sociedad conoce”, afirma Niello.
“De todas maneras, en lo personal creo que podría repensarse la iniciativa para que el horario pudiera extenderse o para que los padres anuncien su llegada y a partir de entonces, independientemente del momento del día que sea, el supermercado adopte la medidas necesarias para que los chicos encuentren un espacio más acogedor”, añade.
Para facilitar las compras
A la hora de llevar a personas con TEA a un supermercado, es importante tener en cuenta algunos aspectos centrados en el objetivo de que no reciban demasiados estímulos que las desequilibren.En tal sentido, hay que considerar que las tentadoras golosinas pueden distraerlas, así como los anuncios en voz alta a través del interfono pueden asustarlas. Asimismo, el niño/a puede exigir caminar junto a los acompañantes, negarse a tocar algunos artículos o impacientarse mientras espera en la cola de la caja. Cualquiera de estas situaciones puede provocar problemas de comportamiento o dificultar la finalización de las compras.
Al respecto, las siguientes estrategias pueden ayudar a que las idas al supermercado sean más manejables:
• Llevar juguetes o aperitivos. Los supermercados pueden resultar aburridos para algunos niños/as y lugares llenos de tentaciones para otros/as. Por lo tanto, hay que tratar de brindarle algún juguete o tentempiés para que en el trayecto se entretenga y distraiga.
También puede guardarse otro artículo para dárselo mientras espera en la cola para pagar. Si le brinda justo al llegar a la cola de la caja en lugar de al principio, el producto será nuevo y puede mantener su interés durante más tiempo que si lo tuviera durante todo el trayecto.
• Proporcionar reglas claras. Hay que explicar las normas antes de entrar al súper y hacer saber al niño/a cómo espera que se comporte. Por ejemplo, si se escapa a menudo, indicarle que debe sujetar el asa del changuito.
Si le gusta realizar actividades, intentar darle una tarea que deba realizar durante el trayecto. Por ejemplo, pedirle que colabore a poner los artículos en el carrito.
• Crear una lista de control. Si el niño/a responde bien a lo visual, una lista de control de los artículos que se van a comprar puede ayudar a predecir cuándo terminará el viaje.
• Premiar el buen comportamiento. Darle un estímulo al niño/a por completar la compra sin problemas de comportamiento. La recompensa puede consistir en un pequeño artículo que elija o en un producto traído del hogar. Si se comporta bien hay que elogiarlo y prestarle mucha atención durante el viaje y al final del mismo.
• Realizar viajes cortos. Hasta que los trayectos al supermercado vayan bien, intentar que sean cortos. Si es posible, empezar con un viaje de cinco a diez minutos para que el niño/a tenga más posibilidades de adaptarse. Es más probable que tres trayectos cortos en una semana den como resultado una mejora que tener un viaje largo y difícil cada dos semanas.
Si el comportamiento problemático se produce con regularidad, buscar la ayuda de un profesional con experiencia en ayudar a niños/as con autismo, para que pueda desarrollar un tratamiento integral.