El marlo, un sustituto ecológico del carbón

Un grupo de emprendedores de la provincia de Buenos Aires apunta a utilizar el descarte agrícola del maíz como fuente de energía renovable que, como eventual reemplazante del carbón, contribuya a reducir la emisión de gases y la contaminación.


Los restos del choclo una vez desgranado pueden contribuir a cumplir con la premisa de transformar basura en energía.
Al menos ese es el anhelo de un grupo de amigos que decidieron apostar comercialmente por un novedoso producto que, según aseguran, es capaz de potenciar el típico asado, tan afín al paladar argentino, porque no ensucia, no produce chispas y contribuye al sabor ahumado de la carne.
En diálogo con el portal Agrofy News, Joaquín Lopetegui, uno de los fundadores de la empresa que está dando sus primeros pasos en la venta marlos embolsados, el emprendimiento “nos permite volver al sabor de nuestros orígenes, cuidando el medio ambiente”.
Precisamente la iniciativa pone el acento en la sustentabilidad, utilizando como fuente de energía un producto biológico a partir de un cultivo como el descarte agrícola del maíz, que reemplaza a otro que proviene de la extracción del monte natural.
Lopetegui reconoció que la idea para concretar el emprendimiento surgió de un amigo y cliente, que apuntó a darle valor agregado a un tradicional método de cocción que se relacionaba con la “jutanda” de maíz, en donde se generaba mucho marlo.
“Buscamos potenciar el asado, sin importar el tipo de carne o verdura, con la premisa de preservar el medio ambiente, porque cuidar el planeta comienza con un cambio de hábito”, remarcó, al tiempo que sostuvo la experiencia constituye “una travesía, una historia rústica y atractiva para aquellos que busquen encontrar una vuelta más en el sabor del fuego”.

Algunas ventajas

El fácil encendido, mucho más rápido que el carbón o la leña, representa una de las ventajas de la iniciativa, ya que se estima que solo son necesarios entre 5 y 8 minutos para que las brasas estén listas para empezar con la cocción de los alimentos.
“En los grandes centros urbanos la gente llega tarde a sus casas, y para comer un asado tenés que prender el fuego y disponer de tiempo. Por eso se deja más para el fin de semana”, resaltaron los emprendedores.
De todas maneras, un aspecto importante a tener en cuenta es que la brasa no dura tanto como el carbón, por lo que lo recomendable es utilizarla para cortes que permitan una cocción rápida (entraña, matambre, picaña, pechuga sin hueso, filet de pescado, hamburguesas, asado banderita y tapa de asado, entre otros, además de las verduras).
Otro aspecto favorable del producto es que no ensucia ni produce chispas en la combustión, dejando un residuo fácil de limpiar una vez utilizado.


Además, destacaron el sabor ahumado en los alimentos que se cocinan a partir de esta iniciativa sustentable, que no contribuye a la deforestación y que aprovecha un producto que de otra forma se tiraría, en el contexto de un país que está entre los principales productores de maíz del planeta.

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Modificado por última vez en Miércoles, 20 Enero 2021 16:56

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