Los humedales, una reserva que debe preservarse

Agrupaciones ambientalistas abogan por la promulgación de una ley nacional que brinde protección legal a estos ecosistemas, que contribuyen a la depuración del agua, la mitigación del cambio climático, la amortiguación de las inundaciones y el sostén de la biodiversidad.


Los humedales son fuentes de agua dulce y, entre muchas funciones, contribuyen a mitigar los efectos del cambio climático, al capturar el dióxido de carbono de la atmósfera.
Más allá de su importancia y de que sólo el 2,5% del agua del planeta es dulce, la extensión de los humedales en el mundo disminuyó entre 1970 y 2015 un 35%, tres veces más que los bosques en el mismo período.
En la Argentina también cobran vital relevancia, ya que el 21% del territorio del país está compuesto de humedales, aunque sin embargo no cuentan actualmente con protección legal.
Por tal motivo, varias agrupaciones ambientalistas nacionales vienen reclamando por una ley que incluya una moratoria y la figura de delito penal para que quienes destruyen estos ecosistemas.
En el marco del Día Mundial de los Humedales, que se celebró el pasado este 2 de febrero, la organización ambientalista Greenpeace advirtió sobre las amenazas que estos ecosistemas enfrentan por parte, principalmente, de las industrias agropecuaria e inmobiliaria.
“A la fecha no hay ley que los ampare. Esto permite que algunas industrias desarrollen sus negocios sobre humedales, lo que modifica directamente su composición y sus funciones como ecosistema. Por eso, necesitamos urgente la sanción de una ley que los proteja”, sostuvo Leonel Mingo, coordinador de clima y energía de Greenpeace.
De acuerdo con lo dado a conocer por parte de la organización, el Delta del Paraná fue uno de los más afectados durante el año pasado, ya que en ese lugar emblemático del territorio argentino se registraron más de 30.000 focos de incendios activos y más de 300.000 hectáreas arrasadas.

Devastadores incendios

Según la organización, el año pasado las emisiones de carbono debidas a los incendios que hubo en el Delta se incrementaron un 1.483 % en relación a 2019. Durante 2020, las emisiones de carbono alcanzaron a 934.790 toneladas que, si son convertidas a dióxido de carbono, equivaldrían a 3.427.563 toneladas, es decir un promedio de 740.294 autos en circulación durante un año.
“La ganadería intensiva tiene décadas de desarrollo en el Delta, pero se ha profundizado aún más desde la década del 90 con la incorporación de transgénicos. Además, esta zona del Paraná ha sido intervenida a través de diques artificiales que modificaron los cursos de agua y terraplenes para fines agropecuarios, forestales y urbano-industriales. Y los incendios son una cruel manera de allanar la superficie para el desarrollo de estos proyectos”, agregó Mingo.
La organización resaltó asimismo que la industria inmobiliaria ha generado daños en este amplio sector de la Argentina que comprende unos 14 mil kilómetros cuadrados, apuntando que según un informe dado a conocer por la Fundación Humedales en 2018, se registraban 543 urbanizaciones cerradas, construidas y proyectadas en el Delta del Paraná y en las planicies de inundación de los ríos y arroyos.


“Menos del 1% del agua dulce con la que cuenta el planeta puede utilizarse. Por esta razón, la protección de los humedales, que son nuestras reservas de agua dulce, debe ser una prioridad”, subrayó Mingo.

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Modificado por última vez en Miércoles, 17 Febrero 2021 14:56

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