Un reporte científico elaborado por el Equipo de Acción Climática de las Naciones Unidas a partir de datos aportados por la Administración Espacial de los Estados Unidos (NASA) dio cuenta que entre 1901 y 2018, la altura promedio de los mares se incrementó unos 20 centímetros, con una marcada aceleración en los últimos años, ya que solo entre 1993 y 2023 esa suba fue de aproximadamente 9,4 centímetros.
El trabajo de la ONU señala que el nivel medio de los océanos está subiendo aceleradamente como consecuencia directa del calentamiento global, por dos grandes motivos: el derretimiento del hielo polar y la propia expansión del agua marina.
Este último factor se debe al fenómeno de expansión térmica derivado del calentamiento de los océanos. Los expertos sostienen que el agua toma el calor del aire y se expande, ya que el agua caliente ocupa un mayor volumen que la fría.
Estas son las razones que explican mayormente la suba del nivel de los océanos, con zonas más afectadas que otras, como Oceanía y el Pacífico sudoccidental, donde hay unas 25.000 formaciones de islas.
Este crecimiento en los niveles de los océanos ocurre en forma cada vez más acelerada, al punto que, durante el último siglo, los valores aumentaron más rápido que en cualquier otro siglo de los últimos 3000 años.
Según la base de datos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la tasa promedio de suba fue de 0,13 centímetros por año entre 1901 y 1971, para subir a 0,19 centímetros por año entre 1971 y 2006, y pasar a 0,37 centímetros entre 2006 y 2018.
¿Qué pasa en nuestro país?
La Argentina, como todos los países costeros, no escapa a este riesgo, ya que según otro estudio de la organización Climate Central, una de las zonas más vulnerables de nuestro país es la costa atlántica bonaerense, así como partidos del conurbano como Berazategui, Ensenada, Florencio Varela, Lanús y Quilmes.
Otro punto sensible es el delta del Paraná, con la provincia de Entre Ríos en la mira. Allí, las áreas de mayor riesgo se encuentran en las costas del río Uruguay, donde están las ciudades de Concordia, Concepción del Uruguay y Gualeguaychú, así como algunas zonas bajas, más que nada en los departamentos de Diamante, Victoria y Gualeguay.
Y si bien varias ciudades han realizado construcciones para protegerse, muchas veces eso no alcanza para paliar los efectos de un clima cada vez más extremo.
Por tal motivo, los expertos resaltan que más allá de que se logre limitar el calentamiento global a 1,5 grados por encima de los niveles preindustriales (tal lo que establece el Acuerdo de París), la mitad de las poblaciones costeras del mundo podrían enfrentar subas del nivel del mar consideradas extremas para el año 2100.