Ubicada al norte de La Rioja, Aimogasta es, sin lugar a dudas, el centro de cultivo más importante de aceitunas de la Argentina, a partir de que allí se produce un variedad única en el mundo que se denomina Arauco.
Se trata, por otra parte, de uno de los destinos más abiertos al turismo regional, ya que ofrece una excelente red de servicios hoteleros y gastronómicos, y diferentes atractivos como las aguas termales que propician al visitante propiedades curativas en Santa Teresita, además de ruinas y antropología enmarcadas por una paleta de colores.
Poseedor de un hermoso paisaje de suelo arcilloso, Barreal de Arauco resulta ideal para la práctica deportiva del carrovelismo y kitebuggy, con vientos constantes que superan los 50 kilómetros por hora y una superficie de magnitud convertida en un inigualable parque de aventuras.
Asimismo, a solo tres kilómetros de Aimogasta se encuentra el olivo más antiguo de la Argentina, plantado en el siglo XVII y declarado “árbol histórico nacional”, por ser la única planta que quedó viva de la tala y por haber sido responsable de diseminar la olivicultura en Sudamérica.
En tanto, en la cercanías se encuentran la localidad de Udpinango, caracterizada por una iglesia centenaria en ruinas y el Bañado de los Pantanos, antiguo asentamiento aborigen convertido hoy en un territorio dedicado a la plantación de jojoba.
Finalmente, en las proximidades de Aimogasta y en la más absoluta soledad se levanta una roca gigantesca de casi 12 metros de altura desprendida de la Sierra de Velasco, en la que la naturaleza talló un fuerte perfil humano, el Señor de la Peña, en el que un profundo sentir religioso hizo encontrar el rostro de Cristo.