Elegido como el mejor destino turístico a nivel mundial, según una encuesta realizada por la publicación mensual Travel + Leisure, que le dedicó una sección en la que fueron destacados su gastronomía, arquitectura antigua y mercados de artesanías en combinación con la hospitalidad de los residentes, el estado de Oaxaca representa un punto turístico que vale la pena conocer en México.
De acuerdo con la revista, “influenciado por la cultura indígena zapoteca, es un destino gastronómico de ensueño, especialmente para los amantes del mole (guiso a base de carne o vegetal que suele servirse con salsas espesas muy condimentadas hechas con chiles y especias), y el mezcal (bebida oaxaqueña elaborada de manera rústica, en base a diferentes tipos de agave)”.
El centro histórico de la capital del estado, Oaxaca de Juárez, cuenta con muchos edificios hechos con piedra volcánica verde; el Teatro Macedonio Alcalá, una joya arquitectónica del Porfiriato; el Templo de Santo Domingo y el Parque del Llano, paradas obligadas de una ciudad que es Patrimonio de la Humanidad desde 1987.
El valle donde se asienta, en las faldas de las sierras montañosas del estado era un lugar estratégico donde los zapotecas echaron raíces para fundar dos importantes centros religiosos precolombinos: Monte Albán y Mitla (conocido como “el lugar de los muertos”), aunque el interés histórico por los yacimientos se amplía con Yagul, Dainzú, Lambityeco y Zaachila.
Además de maravillosas playas (comparables con las mejores de Tailandia, el Caribe o el Pacífico Sur) que permiten realizar diferentes actividades acuáticas, los pueblos mágicos de Capulálpam de Méndez, Huautla de Jiménez, Mazunte, Teposcolula, Teotitlán (con una tradición de más de 900 años en la elaboración de tapetes hechos a mano con lana pura y colorantes naturales) y Barro Negro (famoso por su cerámica color negro brillante) constituyen la alfombra de bienvenida a un estado con variados rincones que obligan a una visita.sociación para continuar compitiendo.