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Arlés: el lugar que inspiró a Van Gogh

Influenciado por la luz del sur de Francia y la pintura japonesa, el genial pintor neerlandés vivió en la región de la Provenza entre febrero de 1888 y mayo  de 1889, período que se convirtió en uno de los más prolíficos de su carrera.


Fundada por los romanos a orillas del río Ródano, Arlés es hoy un gran museo al aire libre que confirma el poder de aquel gran imperio, aunque su historia está estrechamente entrelazada con la del pintor Vincent Van Gogh, quien pasó allí los últimos años de su corta vida.
Durante su estadía en la ciudad del sur de Francia, cuando abandonó sus métodos puntillistas e impresionistas para desarrollar un estilo propio caracterizado por colores más estridentes y pinceladas gruesas, el artista neerlandés pintó obras maestras como Los girasoles, La casa amarilla y El dormitorio en Arlés.
Tras alquilar la célebre casa amarilla, destruida por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial y posteriormente demolida, Van Gogh soñó con crear un estudio colectivo con otros pintores, como Paul Gauguin, quien se unió a él en octubre de 1888.
Apenas dos meses después, ambos pintores tuvieron un conflicto que derivó en una grave crisis nerviosa de Van Gogh. que culminó con la amputación de parte de su oreja izquierda y con la ida de Gauguin, haciendo naufragar el sueño del estudio.

Hoy en día, además del anfiteatro y algunos templos romanos, se pueden visitar varios de los rincones pintorescos que animaron las obras más significativas de Vincent Van Gogh, así como la Fundación que lleva su nombre y rinde homenaje a su legado.

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Modificado por última vez en Martes, 18 Noviembre 2025 09:54

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