La atmósfera que envuelve a las Cataratas del Iguazú se transforma cuando hay luna llena, creando un espacio lleno de mística y una energía única. Además, la selva nocturna cobra vida de noche, despertando las más intensas sensaciones.
Por esa razón, pasear por el Parque Nacional Iguazú a la luz de la luna constituye una experiencia única que se realiza 5 noches al mes, siempre y cuando el factor climático lo permita.
El paseo se inicia a bordo del Tren Ecológico de la Selva, atravesando una tupida vegetación desde la estación Central en dirección a la estación Garganta del Diablo, y disfrutando de un ambiente mágico que despierta todos los sentidos.
Tras descender del tren se realiza una caminata por una pasarela sobre el río Iguazú Superior, iluminada únicamente por la luz de la luna. A medida que se avanza, la selva rodea al visitante con sus sonidos nocturnos, mientras el rugido del agua resuena a lo lejos.
El momento culminante de la experiencia llega al alcanzar el balcón con vista a la impresionante e icónica Garganta del Diablo, desde donde se puede contemplar el manto caudaloso del agua, plateado por el reflejo natural de la luna llena, una vista impresionante para guardar para siempre en la memoria que parece sacada de un sueño. El paseo incluye además un recorrido nocturno dentro del parque, enmarcando un verdadero tesoro natural.