Después de funcionar desde 1857 en una primera sede situada en las inmediaciones de Plaza de Mayo, el Teatro Colón cerró sus puertas en 1888 cuando comenzó la construcción de una nueva sala en un terreno que había contenido a la Estación del Parque, primera estación ferroviaria de la República Argentina como cabecera del Ferrocarril Oeste de Buenos Aires.
Después de dos décadas de trabajo, finalmente el 25 de mayo de 1908 se inauguró, con una función de Aída, el edificio actual ubicado frente a la Plaza Lavalle, que ocupa 8.200 metros cuadrados (con una superficie total de 58.000 m²) en el predio delimitado por las calles Cerrito, Tucumán, Libertad y el pasaje Arturo Toscanini.
En sus inicios, el Colón contrataba para sus temporadas a compañías extranjeras, hasta que a partir de 1925 contó con sus propios cuerpos estables de orquesta, ballet y coro, así como sus talleres de producción.
Este hecho permitió, a partir de 1931, poder organizar temporadas financiadas por el presupuesto municipal de la Ciudad de Buenos Aires. Desde entonces, el Colón quedó definido como un teatro con capacidad para realizar íntegramente la totalidad de una producción, gracias al profesionalismo de sus cuerpos escenotécnicos especializados.
A lo largo de su historia, ningún artista de importancia del siglo XX ha dejado de pisar su escenario. Basta mencionar a cantantes como Enrico Caruso, Claudia Muzio, María Callas, Régine Crespin, Birgit Nilsson, Plácido Domingo, Luciano Pavarotti, José Carreras, Montserrat Caballé; a bailarines como Vaslav Nijinski, Margot Fonteyn, Maia Plisetskaia, Maurice Béjart, Rudolf Nureyev, Mijail Barishnikov, o a directores como Arturo Toscanini, Herbert von Karajan, Héctor Panizza, Ferdinand Leitner y Zubin Mehta, entre decenas más.
También es frecuente que, siguiendo la tradición inaugurada por Richard Strauss, Camille Saint-Saëns, Pietro Mascagni y Ottorino Respighi, los compositores vengan al Colón a dirigir o supervisar los estrenos de sus propias obras.
Varios maestros de primer orden trabajaron sostenidamente en la sala principal hasta lograr elevadas metas artísticas, como Erich Kleiber, Fritz Busch, directores de escena como Margarita Wallmann o Ernst Poettgen, maestros de baile como Bronislawa Nijinska o Tamara Grigorieva, directores de coro como Romano Gandolfi o Tullio Boni, sin dejar de mencionar a los numerosos solistas instrumentales y orquestas sinfónicas y de cámara que ofrecieron en el reconocido escenario veladas inolvidables a lo largo de más de un siglo de sostenida actividad.
Entre los artistas argentinos podría mencionarse a Héctor Panizza, Alberto Ginastera, Jorge Donn, Norma Fontenla, José Neglia, Olga Ferri, Julio Bocca, Maximiliano Guerra, Paloma Herrera, Daniel Barenboim, Armando Krieger, Marta Argerich y Astor Piazzolla, además de otras figuras populares que también accedieron a sus tablas como Les Luthiers, Charly García, Luis A. Spinetta, Gustavo Cerati, Valeria Lynch, Los Chalchaleros, Soledad, Palito Ortega y Cacho Castaña.
En 2006 se inició un trabajo de restauración plena del edificio que se extendería hasta 2010, cuando fue reinaugurado el 24 de mayo en conmemoración del Bicentenario de la Argentina.