Más allá de su trayectoria incipiente, ya que inició su carrera compitiendo en karting entre 2016 y 2019, años en los que también incursionó en países como Brasil, Francia e Italia, Jorge Barrio ya demostró sus enormes quilates, esos que avizoran un futuro promisorio.
Nacido el 6 de mayo de 2004, el joven de Pinamar es bicampeón de la Fórmula Renault Argentina, la cate-goría de monoplazas más importante del país, y el año pasado se consagro también en el TC2000 Series, asegurando el título a dos fechas del final del certamen frente a rivales de mayor experiencia.
Si bien en el automovilismo argentino abundan los jóvenes con talento, en un contexto en el que algunos tienen la posibilidad de demos- trar sus condiciones y otros quedan en el camino por razones presupuestarias, la meteórica campaña de Barrio (que incluyó fugaces y fulgurantes apariciones en otras categorías) dio qué hablar y no pasó desapercibida.
Por eso este año la escude- ría Toyota de TC2000 decidió apostar por él como piloto oficial para reemplazar nada menos que al consagrado Matías Rossi.
“No sentí presión en ningún momento. Hago lo que me gusta y me sale de manera natural, por lo que no tengo que exigirme o dar más de lo que puedo. El debut en Rosario con el TC2000 (donde fue quinto en la competencia final) resultó positivo y por eso tengo que estar tranquilo. De esta manera voy a poder sostener lo que conseguí en estos últimos dos años”, sostiene con una serenidad que asombra en alguien que todavía no legó a la mayoría de edad.
Seguro y medido a la hora de enfrentar los micrófonos de la prensa, no duda en contestar acerca del lugar que le toca ocupar este año.
“Yo me tengo que enfocar en lo mío y de esa manera las cosas van a salir bien. Llenar las botas de Rossi no es una tarea fácil, pero manteniendo un bajo perfil y concentrándome en lo importante creo que voy a poder llegar a lograrlo”, resalta.
Con el sostén de la familia
-Conversando con vos llama la atención la madurez que evidenciás en cada respuesta. ¿Esta manera de ser también se trasunta arriba de un auto de competición?
-En general dejo que las cosas fluyan y, si bien reconozco que todavía tengo mucho por mejorar, cuando me toca acelerar lo hago sin fijarme quien tengo adelante. Tal vez por eso demostré en mi primera competencia oficial con el equipo Toyota que estoy cerca de los tiempos de punta.-¿Conductivamente sentís que estás todavía lejos de alcanzar tu techo?
-Sí y no, porque si bien soy joven hace tiempo que tengo un nivel parecido al de hoy. Sucede que en el último tiempo cobraron mayor relevancia mis actuaciones y por ahí lo que hago toma otra trascendencia.
-¿Cómo compatibilizás trabajar en la ferretería de tu padre y a la vez ser un piloto profesional de TC2000?
-Es un contraste grande, pero perfectamente se pueden hacer las dos cosas. Los fines de semana soy una persona que se pone el buzo y el casco para ir en una pista lo más rápido que se pueda y durante la semana le pongo todas las ganas para atender a la gente detrás del mostrador.
-¿Cómo es vivir en un lugar con los atractivos turísticos de Pinamar?
-La ciudad cambia según la época del año. En invierno está la gente que viene de afuera cansada de vivir a mil en busca de bajar un cambio y en el verano hay un movimiento impresionante, con la playa a pleno, más alegría en las calles y prácticamente sin lugares libres.
-¿Y cómo toma el residente tamaña invasión?
-Para los que vivimos en Pinamar molesta un poco que en los meses más concurridos el tránsito se ponga muy pesado, pero a mí particularmente me gusta la onda que hay en la ciudad.
-¿Cómo visualizás tu futuro?
-Es difícil predecir qué puede pasar, porque por solo citar un ejemplo, tratar de dar un salto al exterior depende de varios factores ajenos a mí. Si bien soy consciente que de la mano de Toyota pueden abrirse caminos promisorios, también tengo claro que la prioridad es concentrarme en lo que estoy haciendo y procurar hacer las cosas de la mejor manera posible con el equipo en la categoría en que participo.
-Es obvio que tu vida no se asemeja a la de cualquier chico que está dejando atrás la adolescencia. ¿Como hacés para afrontarlo?
-Es cierto que no soy como el común de los chicos de mi edad, pero entiendo que la disciplina de practicar una actividad de alto riesgo me moldeó la personalidad y tiene mucho que ver en cómo soy como persona y en la manera en la que la encaro. Hago lo que ambicioné desde chiquito y sé perfectamente que para poder avanzar se necesita madurez y no apartarse del camino trazado.
-¿Qué rol ocupa tu familia en este camino que emprendiste?
-Un sostén invalorable para que pueda llevar adelante esta locura. La familia es todo para mí y ojalá pueda compartir más tiempo con ellos en el deporte que me apasiona.